La derrota en la ley mordaza vuelve a mostrar la debilidad del Gobierno
España
El Congreso aprueba dos propuestas del PNV y el PSOE para desmantelar la norma
22 Mar 2017. Actualizado a las 08:20 h.
La amenaza de Mariano Rajoy de disolver las Cortes y convocar unas nuevas elecciones generales si se le impide gobernar mediante el bloqueo parlamentario no asusta, por ahora, a la oposición. Una vez más, el PP se ha quedado solo en el Congreso. Después de ver cómo su intento de aprobar un decreto ley sobre la estiba era derrotado con estrépito la semana pasada, el Gobierno sufrió ayer una nueva afrenta, al aprobarse la toma en consideración de dos proposiciones de ley, del PSOE y del PNV, que pretenden acabar con la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en la pasada legislatura, la conocida como ley mordaza.
Y de nuevo fue Ciudadanos, teórico socio preferente del Ejecutivo, el que propició con sus votos que la derrota fuera aún más severa. Los de Albert Rivera votaron a favor de la proposición de ley del PNV, lo que dejó en este caso al PP en absoluta soledad. Y, aunque se abstuvieron en la proposición del PSOE, esta salió también adelante al sumar los votos del resto de la oposición.
El PP, dispuesto a pactar cambios
La diferencia estriba en que, mientras la proposición de ley de los nacionalistas vascos plantea la reforma de 44 artículos que consideran inconstitucionales, la del PSOE propone su derogación y una vuelta, en la práctica, a la situación anterior a la modificación aprobada en solitario por el PP, es decir, a la conocida como ley de la patada en la puerta de la etapa del exministro socialista José Luis Corcuera.
Al contrario de lo ocurrido la semana pasada, el PP trató de minimizar la gravedad de lo ocurrido ya que, forzado por las circunstancias, se mostró dispuesto a negociar cambios en la actual normativa de seguridad durante la tramitación parlamentaria de la propuesta del PNV aprobada ayer. El diputado del PP José Alberto Martín-Toledano consideró «contrapuesto y antagónico» que se aprueben dos proposiciones con objetivos distintos. Advirtió de que la del PSOE implicaría «retroceder a una ley del siglo pasado, de 1992». «No sé si eso es progresismo», señaló. Por el contrario, pese a sostener que se trata de «una buena ley, se mostró dispuesto al diálogo con el PNV, que plantea cuestiones como que deje de considerarse una infracción grave manifestarse ante el Congreso y el Senado perturbando la seguridad pública.
El portavoz socialista, Antonio Trevín, acusó al PP de haber utilizado la crisis para «ir arrasando todo» y conseguir así, a su juicio, que la ley convirtiera al «ciudadano activo en reo sancionable» y la libertad de expresión en «un bien de lujo». Ciudadanos defendió que son los jueces los que deben decir «qué se puede hacer», y no la Administración «controlada» por el Gobierno. «Señores conservadores, no tengan miedo a la libertad», dijo el portavoz naranja Miguel Gutiérrez dirigiéndose al PP. Podemos votó a favor de ambas propuestas, aunque advirtió al PSOE de que tampoco va a apoyar la ley Corcuera.