El Congreso reprueba a Catalá, Maza y Moix con el apoyo de toda la oposición

Nuevo varapalo parlamentario al Gobierno. El Congreso aprobó ayer con los votos de toda la oposición la reprobación del ministro de Justicia, Rafael Catalá; el fiscal general del Estado, José Manuel Maza; y el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix. El PP se quedó solo en su defensa frente a las duras acusaciones de los demás grupos, que suscribieron el texto de la moción presentada por los socialistas, en la que se les acusa de tomar decisiones para «obstaculizar la acción de la Justicia en las causas judiciales por delitos relacionados con la corrupción». La votación fue de 207 votos a favor y 134 en contra.

Catalá es el primer un ministro reprobado en democracia por el pleno de la Cámara baja, ya que el que fuera titular de Interior Jorge Fernández Díaz también lo fue, pero en comisión y cuando el Gobierno estaba en funciones; y la socialista Magdalena Álvarez, en el Senado. Se trata de una iniciativa que no tiene carácter vinculante, es decir que los tres se mantendrán en sus cargos, pero es de alto contenido político porque supone una nueva derrota parlamentaria de un Gobierno en minoría, que no logra ni siquiera el apoyo de su socio Ciudadanos.

El ministro solo puede dejar su cargo si dimite o es destituido por Mariano Rajoy, pero el primero ha insistido en que no está dispuesto a irse porque considera que no ha hecho nada reprobable y el presidente del Gobierno le ha mostrado su apoyo. La triple reprobación se producía el mismo día de las nuevas revelaciones sobre los casos Púnica y Lezo, en medio de una ofensiva parlamentaria de la oposición contra el Gobierno que comenzó la semana pasada y continuará hoy con nuevas preguntas en la sesión de control del Congreso, y con la anunciada moción de censura de Unidos Podemos a la espera de candidato y fecha para debatirla.

Plan perfecto

La socialista Isabel Rodríguez acusó a Catalá, presente en el debate, de actuar como «abogado defensor» de los investigados por corrupción de su partido y señaló que los casos de los expresidentes de Murcia y Madrid, Pedro Antonio Sánchez e Ignacio González había «despejado toda clase de dudas». Señaló que suponen un salto cualitativo, ya que demuestran que el Gobierno «ha urdido un plan perfecto para proteger a sus corruptos» desde el ministerio de Justicia y la Fiscalía General del Estado, puestos al servicio del PP. Rodríguez sostuvo que Catalá «no puede estar ni un minuto más» como ministro.

Gloria Elizo (Unidos Podemos) aprovechó el debate para defender la moción de censura de su grupo y cargar contra los socialistas y Ciudadanos. «No me asusta la maldad de los malos, me aterroriza la indiferencia de ustedes», les espetó y les hizo responsables de que siga gobernando el PP. Calificó las reprobaciones como «brindis al sol», pero dijo que la votaban a favor por su valor simbólico.

El portavoz popular Carlos Rojas acusó a los socialistas de «mentir sin pruebas una y otra vez» y de «dañar a las instituciones», insinuó que era una estrategia para «tapar la semana de pasión y de primarias» y recordó que tiene dos expresidentes procesados por corrupción, en referencia a Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Catalá afirmó tras su reprobación que está «comprometido» con una Justicia independiente y una Fiscalía «autónoma» al servicio del interés general y que seguirá trabajando en ello todo el tiempo que Rajoy decida. Maza descartó dimitir y defendió la autonomía de su cargo, ya que tras la reforma del 2007 no se puede cesar al fiscal general del Estado.

La moción aprobada no es vinculante, pero tiene un alto contenido político

Los reprobados rechazan las acusaciones y se niegan a dejar sus cargos