Gonzalo Caballero, Formoso y Leiceaga abren el baile de nombres para la secretaría del PSdG

Hace apenas dos semanas, la presidenta de la gestora del PSdeG y ahora representante gallega en la ejecutiva federal, Pilar Cancela, ya le había trasladado a varias personas próximas que las primarias para elegir al nuevo secretario general del partido en Galicia tendría lugar en julio, de inmediato, quizás para aprovechar la ola de cambio que llevó a Pedro Sánchez a recuperar su despacho en Ferraz. Pero eso ha cambiado. Cancela habla ahora de demorar el proceso a septiembre -las vacaciones estivales mandan-, y en el entorno del economista vigués Gonzalo Caballero, miembro del comité federal del PSOE y destacado sanchista, ven en este aplazamiento un intento de atemperar sus aspiraciones. «Quieren enfriar el proceso, pero que tengan cuidado porque todo ha cambiado», advierte una persona muy próxima al sobrino del alcalde de Vigo.

El nombre de Gonzalo Caballero es el primero que saltó a la palestra para dar la batalla de la primarias gallegas, a las que ya concurrió hace un año para ser candidato a la Xunta, sin reunir los avales que necesitaba. Ayer, preguntado por La Voz, insistió en que está inmerso en un proceso de reflexión y tanteando el terreno, pero que tiene «plena disposición» para embarcarse en esta aventura y así entiende la organización. «Lo que voy a estar es impulsando una nueva etapa en el partido», dijo, pero sin despejar todavía en qué posición.

Otro nombre hacia el que se giran no pocas miradas es el de Valentín González Formoso, alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, que también acaba de ser elegido miembro el comité federal del PSOE. Preguntado ayer por sus intenciones, puso de relieve que «lo importante» ahora no es apurar los plazos de la competición de las primarias gallegas, sino de que se presenten candidatos con proyectos que «ilusionen».

«Comprometido» con lo local

Ahora bien, Formoso esquivó la posibilidad de dar el salto al poner delante que está «comprometido» con el ámbito municipal y que la ciudadanía «no entenderá que andemos descartándonos o apuntándonos», esgrimió.

En la misma línea se pronunció el portavoz del PSdeG en el Parlamento, Xoaquín Fernández Leiceaga, elegido en las primarias del año pasado para ser candidato a la Xunta. Dio por descontado que las primarias gallegas se aplazarán a septiembre, así que entiende que «aínda é un pouco prematuro» para hablar de nombres y tomar «decisións persoais». Cree que, primero, conviene abrir un proceso de reflexión sobre lo que se debe hacer en el socialismo gallego y, después, hablar de las personas que pueden pilotarlo. «O fundamental é saber cara a onde queremos levar o PSdeG», puntualizó.

Las cartas del PSdeG empiezan a ponerse boca arriba y las distintas fuentes del partido dan por hecho que Pilar Cancela podría quedar invalidada para competir por la secretaría general, ahora que ha ingresado en la ejecutiva federal, y toda vez que Pedro Sánchez dejó entrever que no quería barones territoriales en su equipo.

Aunque eso también está por ver. Lo más relevante ahora para el PSdeG es la posibilidad de que la dirección de Ferraz revalide su mandato y le restituya la capacidad de convocar las primarias.

La ejecutiva abre la puerta a la batalla en las federaciones

En la actualidad, todos los presidentes autonómicos socialistas son los secretarios generales del partido. Pero podrían ser dos personas diferentes

Ramón Gorriarán

La dirección de Pedro Sánchez no va a impulsar ninguna limpia de barones, pero tampoco va a «cercenar» la presentación de candidaturas alternativas. «No hay problema» en que el presidente del Gobierno autonómico y el secretario general del PSOE en ese territorio sean personas diferentes, señaló el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, en su primera conferencia de prensa como portavoz de la ejecutiva socialista. Puntualizó que «una cosa» es ser líder del partido y «otra» ser el presidente de la comunidad. Son, añadió, «dos claves diferentes», pero no se puede generalizar la norma y habrá que ir caso a caso porque en algunos territorios podrá haber bicefalia y en otros se mantendrá la simultaneidad de cargos. Lo que ya no va a funcionar, según el portavoz, es la obediencia ciega de los afiliados a los designios de su líder territorial. «Las bases tienen la voz y no hay que indicarles el camino» en favor de uno u otro candidato porque cuando «se les pone una antorcha por delante a los militantes generalmente estos toman otro camino». En la actualidad, todos los presidentes autonómicos socialistas son los secretarios generales del partido en sus respectivas federaciones. Así ocurre con Susana Díaz en Andalucía, Ximo Puig en la Comunidad Valenciana; Javier Lambán en Aragón; Javier Fernández en Asturias; Francina Armengol en Baleares; Guillermo Fernández-Vara en Extremadura; y Emiliano García Page en Castilla-La Mancha. Todos, con la excepción balear, fueron susanistas en las primarias.

La presidenta de la Junta de Andalucía formalizará hoy su candidatura para renovar su liderazgo en el PSOE regional y es improbable que tenga rival, aunque no se puede descartar que aparezca algún militante espontáneo sin respaldo. El presidente de la Generalitat valenciana, sin embargo, deberá competir con el alcalde de Burjasot, el sanchista Rafael García. Puig, que presentó ayer su candidatura, denunció que la presencia de su rival es un intento de «debilitar» su liderazgo. A lo que Puente replicó que en absoluto, porque un líder no lo es menos porque haya candidatos alternativos.

A los procesos en Andalucía y la Comunidad Valenciana seguirán en las próximas semanas las demás comunidades. Otro barón que tendrá competencia para simultanear los dos cargos será el aragonés Lambán, y es probable que su contrincante sea Susana Sumelzo, integrante de la ejecutiva federal. El asturiano Fernández tiene decidido dejar el cargo y pretende su puesto el alcalde Laviana, el también sanchista Adrián Barbón.