Torra, airado porque el embajador de España le tumbó su soflama independentista
España
Sánchez defiende a Morenés y se reafirma en que no hay presos políticos ni habrá referendo en Cataluña
29 Jun 2018. Actualizado a las 05:00 h.
Los prolegómenos de la reunión del 9 de julio entre los presidente del Gobierno y de la Generalitat hacen presagiar que la cita no será una balsa de aceite. Pedro Sánchez se reafirmó ayer en que los dirigentes independentistas encarcelados no son presos políticos y en que nunca permitirá la celebración de un referendo soberanista en Cataluña. Lo mismo que dijo el embajador español en Washington el miércoles por la noche en presencia de Quim Torra y que provocó una airada respuesta del presidente catalán.
Torra y las fuerzas secesionistas no quieren «buenas palabras», quieren abordar y pactar la celebración del referendo de autodeterminación. «El Gobierno de España ha sido bastante claro en esta cuestión durante muchos años y no ha cambiado», zanjó Sánchez antes de asistir en Bruselas a una reunión de los líderes socialistas europeos. Para rematar sentenció: «Presos políticos en España no hay». Estos dos conceptos motivaron un serio incidente en Washington entre Torra y el embajador Pedro Morenés durante un acto en el Museo de Historia Afroamericana de Estados Unidos, previo a la apertura del Folklife Festival, organizado por la Smithsonian Institution, y en el que Cataluña, junto con Armenia, son las culturas invitadas. Primero intervino el presidente de la Generalitat para denunciar que su antecesor, Carles Puigdemont, vive «forzado en el exilio», y otros líderes independentistas son «presos políticos». Señaló que la historia de Cataluña es de «una implacable persecución política, lingüística y cultural durante los últimos siglos». Por todo ello, remarcó, «el derecho a la autodeterminación es esencial para el pueblo de Cataluña». Morenés, ex ministro de Defensa con Rajoy, subió al estrado para tachar de «propaganda» independentista el discurso de Torra. Negó la existencia de presos políticos y señaló que si están en la cárcel es por vulnerar la ley y por orden de un juez. Momento en que Torra junto al resto de la delegación catalana abandonó el salón. «No podemos tolerar el grado de insulto al que se ha llegado», se quejó el presidente catalán fuera del local mientras sus colaboradores y otros asistentes, también catalanes, entonaban Els Segadors y gritaban «independencia».
«Falsear la historia»
Torra acusó al embajador español de «falsear» la historia y tachó de «ofensa» que se niegue la existencia de presos políticos. Quiso regresar al acto, pero los responsables de seguridad se lo impidieron en un primer momento aunque luego accedieron a que entrara. Para evitar nuevos conflictos y sofocos, los organizadores decidieron que en la inauguración del Folklife Festival de ayer no hablaran ni Torra ni Morenés. La Moncloa cree que el presidente catalán buscó la provocación porque sabía que el embajador iba a intervenir después de él y no podía dejar pasar sin respuesta la soflama separatista.