La Voz de Galicia

Sánchez dice que el problema de Cataluña no es la independencia, sino la convivencia

España

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Centenares de personas participaron en la concentración y caminata alrededor de la prisión de Lledoners

A los dos presos en huelga de hambre podría unirse un tercero, también de JxCat

03 Dec 2018. Actualizado a las 05:00 h.

«El problema de Cataluña es la convivencia, no la independencia». Así lo asegurado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Hay una minoría mayoritaria en Cataluña que está intentando imponer su proyecto político a una mayoría social que se quiere quedar en España», ha afirmado en una entrevista concedida al periódico argentino Clarín en la que ha incidido en que «no es verdad» que los catalanes se quieren ir de España. «Dentro de esa mayoría social, en Cataluña hay gente que piensa de distinta manera, pero todos quieren quedarse en España», ha precisado.

También en Argentina, Pedro Sánchez manifestó su preocupación por la huelga de hambre que comenzaron hace hoy tres días los líderes independentistas presos Jordi Sànchez y Jordi Turull, acusados de un delito de rebelión por su participación en la organización del referendo ilegal del 1-O. Sánchez aseguró que no son ciertas las razones que aducen de que no tendrán un juicio justo para hacer el ayuno. «Ese juicio justo va a ser gracias a que vivimos en un Estado social y democrático de derecho y el poder judicial es independiente», resaltó.

Según expresaron en sus cuentas de Twitter, Turull y Sànchez afrontan la protesta, con la que intentan presionar al Tribunal Constitucional y a la Justicia, «fuertes y determinados». Los dirigentes soberanistas señalaron que el apoyo recibido tras anunciar su acción de denuncia les da las «fuerzas necesarias para seguir» con su iniciativa, que abre un nuevo escenario de cara al juicio del desafío independentista, previsto para principios de enero. Desde que este pasado sábado anunciaron el inicio de su huelga de hambre, militantes secesionistas acamparon frente a la prisión de Lledoners (Barcelona) en solidaridad con los dos líderes nacionalistas. Las concentraciones independentistas de apoyo se repitieron ayer. Primero por la mañana, en la plaza Sant Jaume (Barcelona), donde varios cientos de personas salieron en apoyo de los diputados de Junts per Catalunya y cortaron la vía Layetana de la capital catalana. Y por la tarde, convocados por la ANC, frente al penal barcelonés, donde se formó un enorme círculo de luz en solidaridad con los presos. «Nos encontramos ante un Estado que nos oprime, vulnera derechos fundamentales y no tiene garantías judiciales», señalaron desde la organización, que aplaude el «cambio de estrategia» que supone a su juicio la huelga de hambre para pasar a la «ofensiva» en la lucha «no violenta».

Con el golpe de efecto de Sànchez y Turull, que va en «serio», aunque «no pretenden poner en riesgo sus vidas», según declaró el expresidente de la ANC, el independentismo ha conseguido cerrar filas tras semanas de tensión interna y después de que el Gobierno catalán haya dado señales de estar contra las cuerdas por el estallido social contra los recortes, con huelgas de médicos, docentes y alumnos, y las de otros funcionarios autonómicos. La huelga de hambre de Sànchez y Turull sí permitirá, de entrada, una cierta cohesión en el soberanismo de cara al juicio del 1-O.

Esquerra no se suma

Así, Esquerra, que el sábado no fue del todo contundente en el apoyo a los presos en ayuno voluntario, trató ayer de disipar las duda sobre la falta de unidad en el frente de Lledoners, teniendo en cuenta que la protesta, de momento, solo la hacen dos diputados de JxCat y que el tercero en sumarse podría ser Josep Rull, también posconvergente. «Es una decisión que conlleva pagar un alto precio personal y físico y que afectará también a sus familias. Solo podemos decir que estamos con vosotros», aseguró Joan Tardà, portavoz republicano en el Congreso, ayer en un acto.

Desde el entorno convergente presionan a ERC para que Junqueras y Romeva se unan a la protesta, pero en la formación republicana no consideran que este sea el camino a seguir aunque públicamente no lo pondrán en cuestión. Pese a que el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, también de ERC, de manera indirecta, lanzó ayer un aviso a sus socios de JxCat. «Si no actuamos desde la unidad -afirmó-, no avanzaremos. Siempre que hemos avanzado ha sido a partir de la unidad de acción».

 


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