Desde el estado del ataúd a la bandera preconstitucional: once escenas clave de la exhumación de Franco
España
Las personas que estuvieron en el Valle de los Caídos, aquellos que portaron el féretro o los representantes del Gobierno: todo lo sucedido este jueves tiene un significado
25 Oct 2019. Actualizado a las 16:36 h.
Todas las miradas han estado puestas este jueves en el Valle de los Caídos, en el cementerio de Mingorrubio e incluso en el aire. Los restos de Francisco Franco han sido exhumados de su gran mausoleo. Una auténtica ceremonia, para un pequeño grupo de familiares, con señal institucional, pero que ha estado plagada de detalles.
La imagen del féretro
Tras horas de trabajos de inhumación, sin la presencia de los medios, la señal institucional ofrecía la imagen más esperada: el féretro de Franco abandonaba la basílica.
El ataúd salía adornado con el escudo del Ducado de Franco, que lleva la Cruz Laureada de San Fernando, la más preciada condecoración militar del Reino de España. El dictador fracasó en su intento de conseguirla por su actuación en Marruecos, antes de llegar al poder tras el gole de Estado. En 2001, al desclasificarse su expediente miliar se conocieron los motivos. Solicitó ese galardón por su actuación en Ceuta el 29 de junio de 1916 pero el Consejo de Guerra le contestó dos años después denegándosela ya que, precisamente en aquella batalla fue el «primer oficial de campaña que cayó herido y retirado de acto continuo». Según argumentaba el Consejo de Guerra, al caer herido no pudo seguir mandando a su compañía, de lo que se deduce que «si se tomó la posición, no fue con las solas fuerzas del capitán Franco», lo que «resta» la «pública notoriedad» que debía «revestir» los hechos merecedores de la Cruz de San Fernando. Fue general José Enrique Varela quien le impuso la Gran Cruz Laureada el 19 de mayo de 1939 cuando ya estaba en el poder.
Este jueves, la familia puso además sobre el féretro una corona de laurel con una banda que llevaba impreso: «Tu familia».
Como informa Europa Press, junto a la corona, había un ramo de flores decorado con lazos en forma de flor, también con los colores de la enseña nacional, que emulaban las cinco rosas de las que habla el himno de la Falange, el Cara al Sol, según explicó el abogado de la familia.
Dudas sobre el féretro
Una de las grandes dudas de las últimas jornadas era cómo estaría el féretro con los restos de Franco después de 44 años bajo tierra.
Aunque el ataúd salió a la basílica prácticamente tapado, sí se percibía por las imágenes que estaba deteriorado. Aún así, la familia decidió conservarlo y trasladarlo así en helicóptero a Mingorrubio -reforzado, eso sí, con una tabla por debajo- y tapado con una tela marrón.
En realidad, los restos de Franco no reposan directamente en ese féretro de gran tamaño. El dictador está en ese ataúd que, a su vez, tiene dentro una caja de zinc. En 1975, el entonces ministro de Justicia, José María Sánchez-Ventura, dio fe de que el cuerpo introducido en su interior era el de Franco.
¿Qué familiares estuvieron presentes?
Un total de 22 familiares participaron en el traslado del dictador. Eso sí, solo dos pudieron estar presentes en la inhumación en la basílica del Valle de los Caídos. Esas dos personas fueron de sus nietos: José Cristobal y Merry Martínez-Bordiú (además de los operarios, un forense y los representantes del Gobierno). El grupo familiar estaba formado además por los cónyuges de los nietos de Franco y sus bisnietos.
Los más conocidos del papel couché
Entre las caras más conocidas, su nieto mayor, Francis Franco (que alteró sus apellidos en honor a su abuelo), Luis Alfonso de Borbón, Carmen Martínez-Bordiú, y Jaime Martínez-Bordiú. Precisamente los que portaron el féretro en los primeros puestos son algunas de las caras más conocidas de la familia para el gran público.
Solo faltaron dos de sus bisnietas: Cynthia Rossi y Leticia Giménez-Arnau (ambas, por su reciente maternidad).
La bandera preconstitucional
La familia ha ejercido una constante oposición a todos los pasos del Gobierno, Congreso y Justicia para exhumar al dictador.
Una vez terminada la batalla judicial, los Franco pretendían que el caudillo fuese despedido con honores militares, algo que prohibió el Ejecutivo, al igual que cubrir el féretro con la bandera preconstitucional, como había solicitado su nieto Francis Franco. A pesar de la negativa, el nieto mayor del dictador llegó con ella bajo el brazo.
Una vez en Mingorrubio, la ceremonia de inhumación se celebró en la intimidad familiar. En ese momento el féretro sí fue cubierto con la enseña preconstitucional -con la que fue enterrado en 1975-.
¿Quién representaba al Gobierno?
Otra imagen llamaba la atención esta mañana en el Valle de los Caídos. Era la foto de los representantes del Gobierno: la ministra de Justicia, Dolores Delgado -como notaria mayor del Reino-; el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, y el subsecretario del Ministerio de Presidencia, Antonio Hidalgo.
La familia no se ha dirigido a ellos en función de lo que ha podido verse en la señal institucional. Se ha dicho incluso que los allegados al dictador solicitaron que ni se les saludase.
La interlocución entre la familia y el Gobierno se ha canalizado en todo momento entre el abogado de los Franco, Luis Felipe Utrera, y Félix Bolaños. Así era cómo estaba establecido.
El papel del prior del Valle de los Caídos
El prior Santiago Cantera se ha enfrentado a todo y a todos: ha elevado sus denuncias al Papa, ha denunciado a la Guardia Civil y ha desafiado al Supremo. Esta mañana ha pronunciado unas palabras a la salida del féretro del templo. Tras las mismas, se ha escuchado a la familia del dictador pronunciar: «¡Viva Franco, viva España!». Cantera ha estado también en la ceremonia familiar en Mingorrubio.
El papel de Ramón Tejero
Ramón Tejero ha sido otra de las personas presentes en el traslado. Es sacerdote y ha sido el encargado de oficiar la misa de reinhumación en la intimidad familiar de Francisco Franco a su llegada a Mingorrubio. Ramón Tejero es el hijo de Antonio Tejero, el responsable del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Y también ha estado el padre
En medio de la expectación del traslado de los restos del dictador y de los manifestantes que se concentraron en las inmediaciones del cementerio de Mingorrubio, un hombre llamaba la atención de todos. Antonio Tejero era recibido con júbilo con gritos de «Tejero, Tejero» por los manifestantes de extrema derecha y nostálgicos allí presentes. A sus 87 años, llegaba a uno de los escenarios clave para homenajear a Franco.
El ex teniente coronel golpista, responsable del fallido folpe del 23 de febrero de 1981, se ha mantenido a la vista de las cámaras (a pesar de los intentos de sus seguidores para impedir la toma de imágenes), pero no ha contestado a ninguna pregunta de la prensa.
Los policías han separado a los periodistas de los simpatizantes de Franco y del propio Tejero, después de que profirieran gritos acusándolos de manipuladores.
Precauciones en el templo
Toda aquella persona que esta mañana entró en la basílica del Valle de los Caídos tuvo que pasar por un detector de metales y escáner.
En las últimas horas, como recoge Europa Press, la familia Franco ha denunciado que los policías les han «retenido» en el cementerio de Mingorrubio e incluso han «intentado registrar» a uno de ellos porque sospechaban que podía haber grabado al menos parte de la ceremonia de reinhumación del dictador.
Así lo ha denunciado el abogado Luis Felipe Utrera Molina, que ha estado junto a la famila durante todo el traslado (sobre todo al lado de Francis Franco, que ha acompañado a los restos del dictador en el helicóptero).
La prensa internacional
The Guardian, Le Monde o The Washington Post han sido solo algunos de los medios internacionales que han seguido el minuto a minuto de la exhumación de Franco esta mañana.
La BBC ha ofrecido incluso la señal en directo.