Sanidad, en manos del hombre que logró la abstención de ERC
España
El socialista Salvador Illa aplacó el fuego del «procés» en el partido
10 Jan 2020. Actualizado a las 20:14 h.
SALVADOR ILLA, MINISTRO DE SANIDAD. (La Roca del Vallès, Barcelona, 1966). El secretario de organización del PSC es licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, y ha trabajado en instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Fue alcalde de La Roca.
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El Ministerio de Sanidad del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez estará dirigido por Salvador Illa, quien sustituirá en el cargo a María Luisa Carcedo. Illa, artífice de los pactos poselectorales del PSC y uno de los negociadores — junto a Adriana Lastra y José Luis Ábalos— que logró la abstención de ERC en el Congreso, es uno de los cargos más políticos del nuevo Ejecutivo.
Licenciado en Filosofía, es desde el 2016 secretario de organización del PSC de Miquel Iceta y ha trabajado en instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Fue alcalde de La Roca, su localidad natal, durante varios años. El propio Iceta le ha felicitado con un tuit en las redes junto a la fotografía del libro La construcción de un éxito. Así se hizo nuestra sanidad pública (Ediciones La Lluvia), de Juli de Nadal, y ha escrito: «Este es mi regalo al futuro ministro para que sigamos siendo fieles al legado de Ernest Lluch. ¡Adelante, Salvador! ¡Adelante, socialistas!». El exdirigente del PSC Ernest Lluch, quien fue ministro de Sanidad y Consumo entre 1982 y 1986, fue asesinado por ETA en el año 2000 en Barcelona, cuando ya estaba retirado de la vida política.
Su talante discreto y su voluntad de diálogo son las cualidades que más destacan quienes han trabajado con él, que subrayan su gran capacidad para escuchar y trabajar en equipo. De hecho, le achacan la labor de aplacar el fuego y recoser las heridas del procés en su partido. «Si hay voluntad sincera de llegar a acuerdos, se llega», suele decir Illa, que asegura que el secreto para alcanzar todos estos pactos es dar autonomía a los negociadores locales y no intentar monitorizarles desde la dirección del partido.
En sus manos carga una cartera de retos pesados, entre los que destacan la reforma de la Atención Primaria o la ampliación de la regulación del consumo de tabaco, así como la aprobación de la ley de eutanasia, promovida por los socialistas y reclamada desde distintos sectores de la sociedad, que se supone que será una de sus primeras metas. También tendrá que afrontar otros temas delicados como la regulación del consumo de alcohol por parte de los menores, algo en lo que Galicia está pendiente de la actuación del Gobierno central; y problemas como el desabastecimiento de medicamentos, que cada vez afecta a más ciudadanos. Entre las medidas incluidas en el acuerdo programático firmado por PSOE y Unidas Podemos destaca, además, la de alcanzar una inversión pública en sanidad del 7 % del Producto Interior Bruto (PIB) para el final de la legislatura.
Las reacciones a su nombramiento no se han hecho esperar. La presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar, ha asegurado que espera que el futuro ministro de Sanidad, Salvador Illa, dé continuidad al trabajo realizado por la anterior ministra del ramo, María Luisa Carcedo, y que, «sobre todo», ponga el foco en la participación activa de los pacientes. «Esperamos que cuente con nosotros de una manera proactiva que participemos en el desarrollo de las políticas sanitarias y sociales que ponga en marcha», ha señalado en declaraciones a Europa Press, recordando que Carcedo se comprometió con los pacientes a contar con la ciudadanía dentro del Ministerio de Sanidad a través de un Consejo de Pacientes.