La división de los independentistas y el PSC hace a Albiol alcalde de Badalona

Pocas plazas políticas son tan inestables como Badalona (Barcelona), la cuarta ciudad de Cataluña por número de habitantes, que en cinco años ha tenido cuatro alcaldes distintos y las alternancias en el poder están a la orden del día. Cuando parecía que la independentista de la CUP Dolors Sabater se disponía a recuperar la alcaldía, un pacto frustrado entre los grupos de la izquierda ha permitido que Xavier García Albiol, del PP y ganador de los comicios, repita en el cargo cinco años después.

Llorando, el dirigente popular juró el cargo con lealtad al rey, a la Constitución y el Estatuto de autonomía. García Albiol, que hasta hace bien poco era el máximo dirigente del PP en Cataluña, regresó a la política local tras las últimas elecciones municipales. Con la elección de Albiol, dirigente al que se sitúa en el ala dura del PP, Badalona cierra la crisis política provocada por la detención del anterior alcalde, el socialista Alex Pastor por conducir ebrio, saltarse el confinamiento y agredir a dos mossos hace tres semanas.

Guanyem Badalona, la formación que lidera Dolors Sabater en la que están la CUP y pequeños grupos de la izquierda radical, el PSC y ERC dieron este lunes casi por hecho un acuerdo según el cual Sabater y los socialistas se repartirían la alcaldía. Sabater decía que no sería a partes iguales, mientras que los socialistas, con Rubén Guijarro, pedían que fuera al 50 % para los tres años que quedan de legislatura. Ese problema, y presiones de última hora para que el PSC no apoyara una alcaldesa de la CUP, permitieron a Albiol recuperar la vara de mando.

Frágiles apoyos

En una sesión extraordinaria realizada fuera de l salón de plenos municipal por razones de seguridad sanitaria, el líder del PP recibió 11 votos, los que consiguió en las elecciones, por 10 de Sabater, que sumó los de su partido, ERC y JxCat y los comunes, y 6 de Guijarro, los del PSC. El hecho de que hubiera tres candidatos en la votación facilitó la elección del líder popular. El PP recupera uno de los pocos feudos que tiene en Cataluña, donde cada vez tiene una situación más residual arrinconado por el empuje de Ciudadanos.

Xavier García Albiol ha estado cerca de quedarse otra vez con la miel en los labios, toda vez que en el 2015 ya fue el ganador de las elecciones, pero la suma de todas las demás fuerzas le imposibilitó el acceso al poder. Albiol fue alcalde del 2011 al 2015. Sabater, dirigente de la CUP, antigua dirigente de Òmnium Cultural y firmante de manifiestos de la ANC, le sucedió en el 2015, hasta el 2018, en que el PSC y el PP la apartaron con una moción de censura. Hace dos años, asumió la vara de mando Alex Pastor, del PSC.

Reacciones

Tras las elecciones del año pasado, repitió Pastor, gracias a un pacto con Guanyem Badalona y JxCat para cortar el paso a García Albiol. Los acontecimientos se precipitaron hace poco menos de un mes, cuando Pastor fue detenido por el centro de Barcelona, por conducir borracho y saltarse el confinamiento. El exalcalde se resistió y agredió a los agentes y se negó a que le hicieran el control de alcoholemia. Pasó la noche en comisaría. Al día siguiente presentó su dimisión. Está acusado de atentado a la autoridad. «Todo el que le conocía sabía que tenía estos problemas con el alcohol», dijeron algunos de sus compañeros en el ayuntamiento.

Algunos dirigentes independentistas y de la izquierda radical, como Ada Colau, reclamaron una moción de censura que por el momento el PSC descarta. Las rencillas entre los socialistas y Sabater vienen de lejos y hasta el casi siempre pactista Miquel Iceta llegó a declarar que su partido nunca apoyaría otra vez a una alcaldesa de las CUP.