Sánchez llama a la «unidad» para aprobar unos presupuestos cruciales
España
El Gobierno intensifica las negociaciones con Ciudadanos para no depender de ERC
16 Jun 2020. Actualizado a las 08:21 h.
«Si aspiro a algo es a que esta unidad que se respira sea la unidad que impere en la legislatura que acaba de comenzar». Estas palabras pronunciadas este lunes por Pedro Sánchez durante la presentación del plan de impulso para la automoción, en el que el Gobierno logró el concierto entre el sector automovilístico y los principales agentes sociales, sirvieron al jefe del Ejecutivo para hacer un nuevo llamamiento a la unidad política.
Sánchez presentó este proyecto en la Moncloa nada más concluir la reunión telemática del consejo político federal del PSOE, el órgano del partido formado por los barones territoriales, tras la que compareció su máximo responsable, Guillermo Fernández Vara, en una rueda de prensa también virtual en la que el presidente extremeño insistió en esa llamada a la unidad política. «España se merece que los partidos estén unidos para superar la pandemia en lo sanitario, en lo económico y en lo social», reclamó, ahondando en la línea en la que viene insistiendo Sánchez desde el estallido de la crisis.
«Es una apelación que hago en nombre de nuestro partido, pero también en nombre de esa parte de la sociedad silenciosa, que no grita ni chilla, que madruga y que no entiende que sus responsables políticos no se puedan poner de acuerdo en unos momentos tan trascendentales», reclamó.
El presidente extremeño, que ese lunes se erigió en el portavoz del partido, demandó al PP un giro a la hora de plantear su estrategia opositora para el delicado momento que se avecina en materia económica y social, exigiendo que no «utilicen también» esta variable de la crisis para intentar «erosionar» al Gobierno, como entiende que hicieron con su vertiente sanitaria.
La intención del Gobierno es agotar los cuatro años de la legislatura, pero buena parte del devenir de esta dependerá de los presupuestos. La imposibilidad de aprobar unas nuevas cuentas supondría, casi con total seguridad, la disolución de las Cortes y una nueva convocatoria electoral. Al menos así lo reconocen de puertas para adentro en la Moncloa, al considerar inviable seguir estirando todavía más el chicle presupuestario de Rajoy y Montoro.
Una votación trascendental
Por ello, los negociadores del Gobierno se afanan ya en llegar a esta trascendental votación, todavía sin fecha, con las máximas garantías. Hasta ahora la aritmética parlamentaria pasaba por volver a reunir al bloque de la investidura, es decir, por la abstención de ERC, pero la proximidad de las elecciones en Cataluña no ofrecen ninguna garantía en la Moncloa. Así, Carmen Calvo ha intensificado sus reuniones con Edmundo Bal (Cs) buscando profundizar en la vía naranja abierta en las últimas prórrogas del estado de alarma y que probablemente tendrá continuidad con el decreto de la llamada nueva normalidad que muy pronto llevará el Gobierno a la Cámara. Aunque el proyecto presupuestario es otro cantar.
La portavoz de la ejecutiva de Cs, Melisa Rodríguez, advirtió este lunes que «será muy difícil» que Sánchez pueda contar con sus diez votos si los presupuestos «van estar marcados por las políticas surrealistas de Podemos».
A pesar de esta intensificación de la vía naranja, las conversaciones entre Carmen Calvo y Esquerra continúan, aunque en Moncloa conocen perfectamente que el precio a pagar será elevado. Puede que inasumible.
Fernández Vara se mostró partidario de no cerrar ninguna puerta. «El presupuesto no puede ser ni el que queremos nosotros, ni el que quiera Podemos, ni el que quiera Cs ni el que quiera ERC ni nadie. Tiene que ser el que sume. Y hay que intentarlo».