Moreno cumple dos años al frente de Andalucía y consolida la alianza con Cs y Vox
España
Susana Díaz insiste en ir a primarias y ataca a quienes la critican desde el PSOE
16 Jan 2021. Actualizado a las 10:09 h.
Cuando este sábado se cumplen dos años del día en el que Juanma Moreno Bonilla fue investido presidente de la Junta de Andalucía, el dirigente popular continúa consolidándose en el poder pese a las dudas que le rodearon en su nombramiento, que fueron muchas y muy diversas. El PP fue la segunda fuerza más votada en las elecciones autonómicas de finales del 2018, por detrás del PSOE, pero el reparto de escaños en el parlamento andaluz permitió que la derecha desalojase a los socialistas del Gobierno autonómico por primera vez desde la reinstauración de la democracia.
La tercera formación en aquellos comicios fue un Ciudadanos que por entonces cotizaba al alza y que incluso aspiraba al sorpasso en Andalucía como preludio de lo que Albert Rivera tenía planeado hacer en Madrid. Los naranjas no se quedaron lejos, logrando 21 representantes, a solo cinco de los 26 obtenidos por los populares. También suscitó dudas que el PP tenía que conformar un Gobierno de coalición con el partido que tan solo unos meses antes había sido la muleta de los socialistas y el partido que se había convertido en su gran competidor para liderar el centroderecha. Y mucha más incertidumbre generó la circunstancia de que para que cuajase la coalición Moreno Bonilla necesitara el visto bueno de un Vox que rompió todos los pronósticos en la noche electoral.
Un barón de peso
También generaba dudas el hecho de que Moreno Bonilla no era un candidato que contase con la confianza del presidente del PP, Pablo Casado, que solo unos meses atrás se había hecho con las riendas del partido tras un proceso de primarias en el que el dirigente andaluz se posicionó a favor de Sáenz de Santamaría.
Pero pasados dos años, y pandemia mediante, lo que ha condicionado los datos del endémico paro que padece la región, Moreno Bonilla se ha agrandado, tanto dentro del partido, convirtiéndose en uno de los barones de peso, como en el Gobierno, fortaleciendo su entendimiento con Cs y engrasando su relación con Vox, lo que le ha permitido aprobar los Presupuestos. Parte del éxito se debe a la crisis interna por la que atraviesan sus socios, pero sobre todo por lo deslavazada que está la oposición.
La cabeza visible de Podemos hasta la fecha, Teresa Rodríguez, abrió una escisión en el partido morado montando su propia formación política. Y el PSOE de Susana Díaz está más pendiente de los candidatos que pueda apadrinar Ferraz para el Congreso que se celebrará este año (las miradas apuntan al diputado Felipe Sicilia), que de hacer oposición.
Precisamente, la secretaria secretaria general del PSOE volvió a enviar un mensaje ayer a Ferraz ratificando que se presentará a las primarias, sugiriendo ciertas presiones: «Esto no va de que se impida que nadie se presente. Lo he dicho con claridad, cuando se convoque el congreso, evidentemente, voy a presentar mi candidatura». Díaz realizó estas declaraciones tras una reunión con el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, hombre de la máxima confianza de Sánchez.