Arrimadas defiende el giro emprendido y se niega a dar un paso atrás pese a las críticas
España
Dirigentes de Ciudadanos se revuelven y piden una ejecutiva para explicar el volantazo
12 Mar 2021. Actualizado a las 00:11 h.
El giro de Ciudadanos ha causado un terremoto político en España y amenaza con una rebelión en sus filas. Casi nadie, por no decir nadie, dentro del partido sabía que la dirección llevaba tiempo negociando con los socialistas para desbancar al PP en Murcia. Un movimiento sísmico con una primera réplica en Madrid, que se ha tomado la revancha anunciando un adelanto electoral, y que amenaza con desestabilizar otras regiones como Andalucía y Castilla y León, donde hay presentada otra moción de censura del PSOE. «Hemos hecho lo responsable», zanjó este jueves Inés Arrimadas.
La líder naranja y su círculo pretendían una ruptura con el PP limitada al Gobierno de Murcia para resituar a Ciudadanos en el centro del tablero, pero la onda expansiva se ha llevado por delante la coalición con Isabel Díaz Ayuso en Madrid y ha volado todos los puentes con los populares. Un error de cálculo para muchos que supone el principio del fin de la formación liberal. Pese a las críticas, Arrimadas defiende haber ejecutado una maniobra arriesgada, aunque imprescindible, para la supervivencia de su proyecto político y para que Ciudadanos no acabe subsumido dentro de las filas del PP. «Voy a dormir con la conciencia tranquila -aseveró en Antena 3- porque hacer lo correcto es lo difícil».
No piensan lo mismo algunos militantes y cargos orgánicos del partido que desconfían del paso dado por la dirección y exigen una explicación. El líder de Ciudadanos en Valencia, Toni Cantó, cargó contra la cúpula nada más conocer las intenciones en Murcia expresando su rechazo a la moción de censura y lamentando que como miembro de la ejecutiva no se le hubiera comunicado nada. «Estoy preocupado obviamente, y por eso quiero expresarlo en el lugar donde corresponde», señaló ayer en las Cortes valencianas.
Otros dirigentes, como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, se apresuraron a defender sus respectivas coaliciones de gobierno. «Los andaluces esperan que cumplamos nuestros compromisos, no que vayamos a elecciones.», aseguró Marín, que hace unas semanas no descartó concurrir bajo el mismo paraguas que el PP a unos futuros comicios.
Redefinir la estrategia
La operación de Murcia se produce en un momento de extrema debilidad y de crisis interna en Ciudadanos tras el batacazo en Cataluña, donde se dejaron 30 de los 36 diputados, y con un sector del partido exigiendo la convocatoria de una asamblea general para redefinir la estrategia a seguir. Varios dirigentes consultados creen que con este último movimiento la formación puede perder más poder político además de representación territorial. «Nos va a costar caro», reconocen.
Los populares han aprovechado la ruptura total con Ciudadanos para intensificar su OPA hostil y abrir las puertas del partido a todos los defraudados con su último bandazo. «Son los propios dirigentes de Ciudadanos los que están diciendo hasta aquí hemos llegado», afirmó el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto.