Semana de montaña rusa para Pablo Casado, que salva Murcia y se encomienda a Madrid
España
En tres días el presidente del PP ha visto sacudido su liderazgo por una moción de censura en Murcia y ha terminado apuntándose una victoria que descoloca a Ciudadanos
12 Mar 2021. Actualizado a las 17:13 h.
Semana de montaña rusa para Pablo Casado. En tres días el presidente del PP ha visto sacudido su liderazgo por una moción de censura en Murcia, ha pisado el acelerador subido al bólido del adelanto electoral en Madrid y ha terminado apuntándose una victoria que descoloca a Cs.
Casado ha salvado 'in extremis' el Gobierno de Fernando López Miras, atrayendo para sí a tres diputados de Cs que evitan que prospere la moción con el PSOE. También salva su liderazgo, con un condicionante: el resultado que logre Ayuso en Madrid. Por el momento, el PP ha hecho un cambio de baraja en Murcia con múltiples derivadas.
Golpe a Ciudadanos
Inés Arrimadas pierde a consecuencia de su propia jugada dos territorios, Murcia y Madrid, mientras arrecian las críticas internas en su contra. Los populares consideran volados todos los puentes, explotan las diferencias internas entre Arrimadas y los vicepresidentes andaluz y castellanoleonés, Juan Marín y Francisco Igea, y han lanzado una OPA. Con las puertas de Génova abiertas a todos los decepcionados, el PP ya suma como mínimo tres fichajes, los tres diputados murcianos que evitan la moción. Sin embargo, niegan que exista transfuguismo. En el capítulo de las incógnitas los posibles movimientos de Cs o de sus dirigentes en Andalucía y Castilla y León y si Cs puede o no resistir el embate.
Sorprende al PSOE
En una posición incómoda queda el PSOE, que el miércoles anunciaba con satisfacción un pacto cuyas costuras ahora se deshilvanan. En el PSOE admitían que el carajal político provocado por el terremoto murciano les había pillado por sorpresa. Ahora, se enfrentan a unas elecciones en Madrid con un candidato, Ángel Gabilondo, que sonaba como Defensor del Pueblo y se ven obligados a tachar de su marcador el tanto murciano, tras una operación que agita los fantasmas del tamayazo.
Blindaje interno
La operación murciana pretende blindar además al número dos de Casado, Teodoro García Egea, criticado por no ver venir la ofensiva de PSOE y Cs y que está en plena negociación para renovar direcciones provinciales, con tensiones en Andalucía y Castilla y León. El secretario general del PP ha viajado a su Murcia natal para inmiscuirse en primera persona en la negociación. Desde Génova subrayan que «su papel queda reforzado». También recuerdan en el equipo de Casado que fue Egea quien pilotó las negociaciones para conformar los Gobiernos de coalición en Andalucía, Madrid y Castilla y León. Además, el golpe en la mesa de Casado y su mano derecha pilla al PP engrasando la maquinaria electoral en Madrid.
El reto de abrir urnas
Casado ha respaldado y hecho suya la apuesta de Ayuso. Una jugada de riesgo, donde el PP fija como meta la mayoría absoluta, sin terceros. Como las del pasado o como la que disfruta en Galicia Alberto Núñez Feijoo. Ayuso le ha citado como referente y el presidente gallego es el dirigente autonómico que más claramente ha compartido la lectura de que la presidenta madrileña no tenía otra que convocar elecciones. A su juicio «la crisis y la inestabilidad» no es consecuencia de Ayuso, sino «de las mociones de censura sistemáticas, tres, presentadas por el PSOE, y por la sorprendente actitud de Ciudadanos».
Sus palabras, en un ecosistema donde Cs y Vox no existen, le separan de los matices introducidos por Juanma Moreno Bonilla, en Andalucía, y de Alfonso Fernández Mañueco, en Castilla y León. El andaluz expresó su respeto por Ayuso al tiempo que señaló que él mantenía «un diálogo hasta el agotamiento» por «la estabilidad» y Mañueco tachó de irresponsabilidad convocar elecciones, aunque matizó que solo habla y se refiere a Castilla y León. Tampoco optó Miras por comicios en Murcia, aunque el tiempo ha revelado que la solución buscada no pasaba por las urnas.
La batalla por Madrid
Casado y Ayuso han decidido arriesgar en Madrid. Ninguno de los sondeos publicados hasta la fecha prevén una mayoría absoluta para el PP, pero los populares arguyen encuestas internas. En el PP alaban la capacidad de Ayuso de convencer a un amplio espectro de la derecha y del centro y le reconocen dos méritos: mantener abiertos la hostelería y el comercio y defender los impuestos bajos. Ayuso, que ha hecho oposición al Gobierno de Pedro Sánchez durante toda la pandemia, ha acuñado un lema de campaña: «socialismo o libertad». Confronta con el PSOE.
Y no se habla del elefante en la habitación, Vox. Tras romper en la moción de censura y mantener el rumbo tras las catalanas, el PP evita ahora responder si pactarían o no con los de Santiago Abascal. A favor de la estrategia de Ayuso está también Cayetana Álvarez de Toledo. La exportavoz del PP en el Congreso, contraria a romper con Vox, ha defendido en El Mundo que el de la moderación es un marco «averiado», y que el camino de la reagrupación es «sin ataques personales a los competidores» ni «opas hostiles y estériles». Sus alabanzas evidencian un riesgo para Casado: que el mérito de una victoria recaiga únicamente en Ayuso.
El otro escenario ni se menta, pero lo enunció ayer Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid y dirigente de Cs. «Como gobiernen PSOE y Podemos en la Comunidad, nos habéis jodido», dijo a Casado.