Sánchez y Scholz se conjuran para conformar un eje socialdemócrata

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, hicieron gala este lunes de la buena sintonía que mantienen con un almuerzo de trabajo en el complejo de La Moncloa en el que abordaron cuestiones bilaterales y del que salió conformado un nuevo eje socialdemócrata dentro de la Unión Europea.

Según palabras del propio Sánchez, la reunión constituyó solamente «un primer paso» para repasar «la agenda compartida» entre ambos países, y que tendrá continuidad en las próximas fechas en diversos formatos, como la cumbre bilateral, pospuesta el pasado año a consecuencia de la pandemia y del ciclo electoral germano, pero que ambos países se comprometieron a retomar para el primer semestre del año con el objetivo de «impulsar» unas relaciones «extremadamente densas», puntualizó Sánchez. Fuentes de La Moncloa insisten en que las relaciones entre Sánchez y Merkel era muy buenas, pero el propio presidente se encargó de proyectar que con su «amigo Olaf», investido el pasado diciembre gracias al apoyo de los verdes y los liberales, da comienzo «una nueva etapa en nuestra colaboración a nivel europeo». Hasta ahora, España y Alemania estaba alineadas «en posiciones de fondo», entre las que Sánchez destacó los fondos Next Generation, la transición verde o la transformación digital, a las que «además ahora» se añade la coincidencia en la «visión sobre el progreso social y económico», es decir, en «devolver la dignidad a nuestros conciudadanos», explicó.

Cumbre de la OTAN en Madrid

Entre las cuestiones ocupó un papel esencial los preparativos de la cumbre de la OTAN que acogerá Madrid en junio, «para cuyo éxito nos hemos conjurado», afirmó el jefe del Ejecutivo, unas palabras ratificadas por el canciller alemán. «El Gobierno federal contribuirá al máximo al éxito de esta cumbre», subrayó Scholz.

La respuesta conjunta a la pandemia, la amenaza rusa sobre Ucrania y hasta la presencia de España en la próxima feria del libro de Frankfurt también se hicieron su hueco entre la «amplia variedad de temas» abordados, aunque por falta de tiempo, algunos de ellos solo «de forma superficial», admitió el presidente del Gobierno. Y otros muchos, como las relaciones diplomáticas con Marruecos, se quedaron fuera. Sánchez y Scholz también mantienen diferencias en ciertos aspectos, como con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que el canciller alemán ensalzó como la herramienta que brindó «el marco necesario para el fondo de recuperación», y sobre el que el presidente español reclamó la apertura de un «debate desde una perspectiva constructiva e integradora».

«Los lazos son muy buenos. Somos muy buenos amigos. El de hoy es otro paso más para garantizar de que siga siendo así en el futuro», concluyó el exministro y exvicecanciller de Merkel.

Pese a que ambos se mostraron partidarios de superar la «política de bloques», España y Alemania irán de la mano en muchos temas. De entre los 27 países que integran la UE, junto a Alemania y España solo los nórdicos Suecia, Finlandia y Dinamarca, junto a Portugal (con elecciones el 30 de enero) y Malta cuentan con gobiernos socialdemócratas.