La Voz de Galicia

El currículo del hermano de Ayuso se tambalea

España

Melchor Saiz-Pardo Madrid / Colpisa
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una imagen de archivo.

La empresa de iluminación de la que decía ser «manager» afirma que nunca estuvo en plantilla y que solo fue un «asesor externo» unos meses

24 Feb 2022. Actualizado a las 10:17 h.

Hasta este pasado lunes Tomás Díaz Ayuso se presentaba en la red social profesional LinkedIn como «Project development mánager» (director o jefe de desarrollo de proyectos) de una de las mayores compañías de iluminación del país, Artesolar. En ese portal de referencia para el mundo laboral, el hermano de la presidenta, que usaba como foto de perfil el logotipo de esa empresa, aseguraba ser el «responsable de proyectos hospitalarios» de Artesolar, dando a entender que era un alto cargo de esa firma y que su principal dedicación laboral (sino la única) era para con esta empresa.

Tomás Díaz, que aseguraba en esa plataforma tener la diplomatura en Gestión Comercial y Márketing por la Cámara de Comercio de Madrid, afirmaba en el perfil ya desaparecido ser un «líder probado» con una experiencia profesional de 20 años en «mercados estratégicos colaborando en la gestión de grupos de ventas y márketing» y una «capacidad demostrada para organizar y optimizar equipos de trabajo de forma eficiente y crear modelos de negocio rentables». Cuando la pasada semana estalló el escándalo, Isabel Díaz Ayuso trazó un semblante profesional de su hermano muy parecido y aseguró que llevaba «trabajando como comercial en el sector sanitario 26 años».

Pero la versión de Artesolar es otra. La compañía, que ahora está en el centro del huracán por los 25 contratos menores que recibió de la Comunidad entre el 2015 y el 2020 por valor de 106.368 euros, ha puesto distancia con el hermano de la presidenta y ha desmontado ese brillante currículo del que Tomás Díaz Ayuso alardeaba en la red.

Artesolar -que llevaba meses reclamando al familiar de la jefa del Ejecutivo autonómico que «rectificara» la información de LinkedIn y que incluso se había dirigido a la red social para que «eliminara» el perfil- niega la mayor. Tomás Díaz Ayuso nunca ha sido un directivo de la empresa, es más ni siquiera ha estado en plantilla. Según la información facilitada por la compañía, el hermano de la presidenta únicamente ha sido un «asesor externo» que ha colaborado en el «desarrollo de algunos proyectos». Uno de los 30 «asesores comerciales externos» que ha tenido la firma en todo el territorio nacional en los últimos años, en palabras de un portavoz de la firma.

El hermano de la jefa del Ejecutivo en LinkedIn afirmaba que entró a trabajar para Artesolar en mayo de 2016, información que también desmiente el grupo de iluminación. Según la versión de la empresa, la colaboración comercial con Tomás Díaz Ayuso se extendió exclusivamente entre abril del 2019 y septiembre del 2021. Fue la firma -según sus portavoces- la que prescindió de los servicios «externos» del familiar de la presidenta cuando «desgraciadamente no se cumplieron las expectativas comerciales» que habían depositado en el hermano de la política popular.

«De más a menos»

«La relación fue de más a menos hasta extinguirse», apuntan desde Artesolar, como prueba el hecho de que las gratificaciones fueron cayendo desde los 2.650 euros mensuales (gastos de representación y vehículo incluidos) que empezó cobrando de media a los mil euros al mes que recibía cuando se prescindió de sus servicios de comercial el pasado otoño.

En todo ese tiempo, afirma Artesolar, ni el hermano de la presidenta ni ningún otro de los «comerciales externos» intervino en esas adjudicaciones menores de la Comunidad de Madrid, «propias de repuestos y pequeños suministros, gestionados normalmente por responsables de mantenimiento de los distintos organismos».

La firma de iluminación, que ya se quejaba del «daño reputacional» antes de que este miércoles la oposición en la Asamblea llevara sus contratos ante la Fiscalía, insiste en que solo el 0,6% de los 9,1 millones de euros que facturó el pasado año provinieron de adjudicaciones públicas, entre las que estuvieron administraciones de todos los colores, incluida la Moncloa.


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