Varios inmigrantes del salto a Melilla agonizaron durante horas sin recibir ayuda

El desencadenante de la que ya es la mayor tragedia de la historia del vallado de Melilla y que se ha cobrado la vida de 27 inmigrantes, según las oenegés, fue una batalla campal que duró más de media hora y en la que Marruecos empleó una dureza y una cantidad de medios nunca antes vistos, según explican fuentes policiales españoles y confirman diversos responsables de organismos de defensa de derechos humanos del otro lado de la frontera, informa Melchor Saiz-Pardo desde Colpisa.

Pasadas las 8.30 horas de la mañana del viernes los altercados entre los 2.000 subsaharianos y los más de 500 gendarmes, policías y militares desplegados por las autoridades del país vecino desataron una avalancha humana en una vaguada cercana al vallado de la ciudad autónoma, donde un grupo de subsaharianos, ayudados de una radial y armados de garfios y palos, se había hecho fuerte para tratar de reventar una puerta.

Para intentar disolver a la muchedumbre que se amontonaba a fin de entrar por esa brecha y otros puntos débiles de la zona de Barrio Chino, la más vulnerable del perímetro, las fuerzas marroquíes se emplearon a fondo. Respondieron a la violencia de los subsaharianos, devolviéndole las piedras y lanzándole todo tipo de objetos, además de usar gas lacrimógeno.

Cuando finalmente la zona se despejó, en el suelo quedaron los cuerpos de decenas de inmigrantes, según testigos presenciales consultados por este periódico. «Algunos estaban muertos, otros agonizantes, otros malheridos», apunta al teléfono un conocido activista de derechos humanos de la vecina Nador. Durante horas esas personas no recibieron ningún tipo de ayuda, denuncian también desde Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y confirman diversos responsables de las fuerzas de seguridad españolas, que en ningún momento recibieron ninguna petición de ayuda desde el otro lado de la valla. Los numerosos vídeos distribuidos por las oenegés corroboran esta versión: en ninguna de las imágenes se ve a personal médico ni intento de los uniformados marroquíes por evacuar a las personas que yacían inertes.

Lo que sí se aprecia en una de las grabaciones distribuidas en las últimas horas por AMDH es que los funcionarios marroquíes, además de no asistir a los heridos tras la avalancha, maltrataron a los inmigrantes malheridos y, al menos ya en ese momento, indefensos. Hay golpes con porras, empujones y patadas por parte de los agentes del país vecino.

Desde la AMDH insistieron este sábado por la mañana en que los fallecidos el viernes en el salto de Barrio Chino fueron 27 inmigrantes y no 18, como sostienen las autoridades provinciales. Rabat también niega que los disturbios dejaran dos muertos más en lado de las fuerzas de seguridad marroquíes, como sostiene la AMDH.

Declaraciones de Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, culpó este sábado a las mafias que trafican con seres humanos del «asalto violento contra la integridad territorial» de España. «Si hay un responsable de todo lo que ha sucedido en esa frontera, son las mafias que trafican con seres humanos», ha zanjado el jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario que ha aprobado nuevas medidas para hacer frente a la crisis provocada por la guerra en Ucrania.

Lo ha hecho al ser interrogado sobre si mantenía sus elogios a la gendarmería marroquí ante el trágico resultado del asalto. El presidente del Ejecutivo ha precisado que lo primero que hizo ayer tras conocerse el asalto fue mostrar su solidaridad y reivindicar el trabajo que hicieron las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pues varios de los heridos fueron agentes de la Guardia Civil. Al tiempo, ha querido recordar que en la neutralización del ataque también trabajó la gendarmería marroquí coordinadamente con las fuerzas españolas.

Por su parte, Vox lamentó que Marruecos haya «consentido deliberadamente» que miles de inmigrantes subsaharianos avanzaran hacia Melilla y ha criticado esta nueva «invasión». El presidente de la formación ultraconservadora en Ceuta, Juan Sergio Redondo, ha afirmado que su formación ya advirtió, tras el anuncio de una nueva etapa de relaciones de España con Marruecos, de que Mohamed VI no iba a dejar de ser hostil y de que no habría beneficio alguno para las ciudades autónomas.

Juan Sergio Redondo recuerda que este tipo de acciones masivas son «parte de esa guerra híbrida diseñada por Marruecos para asfixiar y colapsar nuestras fronteras y las ciudades de Ceuta y Melilla, a las que no está dispuesto a renunciar».