Las claves del anticipo electoral: recuperar la iniciativa y evitar el debate interno

En las tripas de la Moncloa, la convocatoria electoral anticipada de Pedro Sánchez también fue inesperada. Un cercano colaborador lo resumía así: «Una decisión personal arriesgada, pero quizá esperar era peor». El golpe de mano del líder socialista también es aplaudido en Galicia. «Ha decidido movilizar a la izquierda y así pasa a la ofensiva», explica un veterano del PSdeG con experiencia en muchas batallas.

¿Por qué?

Como si fueran discípulos de Mourinho tras una de sus múltiples derrotas ante Guardiola, los militantes socialistas se preguntan las razones del adelanto. La primera conclusión es que Pedro Sánchez no consultó el movimiento con nadie ajeno a su más estrecho círculo de confianza. Desde luego, con nadie de los territorios.

El líder socialista digirió en solitario la derrota en las municipales y autonómicas tras verse abucheado a primera hora de la mañana en su colegio electoral pese al férreo cordón policial que le acompañaba. A media tarde decidió no acudir a Ferraz, como en otras ocasiones, y vio como el mapa de España se teñía de azul desde la Moncloa. Por la mañana, a primera hora, comunicó a Felipe VI el adelanto electoral y dio las instrucciones precisas para publicarlo en el BOE 54 días antes de la fecha de los comicios. Acto seguido, dio el breve discurso y se refugió en la reunión de la ejecutiva del PSOE para pedir a sus más leales un esfuerzo para salvar el Gobierno en la cita con las urnas del 23J.

¿Qué persigue con este movimiento?

Otra vez hablan las tripas del palacio presidencial. «Es justo admitir que la campaña de las municipales fue un desastre y que esta decisión, aunque arriesgada, supone un intento de revertir los malos datos de las urnas», admite uno de los consultados.

«Lo que busca es sobre todo movilizar. ¿Alguien se puede imaginar el calvario que pueden ser los seis meses que restarían de agotar la legislatura con la bronca entre Podemos y Sumar en el Gobierno y el ruido de los que han perdido fuera?», se pregunta otro veterano socialista.

¿Qué dicen en el PSOE?

La primera reacción tras conocer el bombazo fue de sorpresa. Los actuales dirigentes pertenecen en su práctica totalidad al entorno más leal a Pedro Sánchez. En la ejecutiva apenas hay voces discordantes. Y los más autorizados, como Adriana Lastra o José Luis Ábalos, prefieren guardar silencio para no agrandar la brecha con quien los defenestró. Barones caídos en desgracia como Ximo Puig pedían una hora antes de la intervención de Sánchez «tiempo para organizar una alternativa que motive a nuestro electorado».

Aunque mucho menos importante, en el horizonte había también una convocatoria de históricos cargos del felipismo para este miércoles. Se trata de un grupo con más de 150 miembros, incluidos varios exministros, de la órbita del felipismo y del guerrismo. Antes de las municipales organizaron un almuerzo multitudinario en Madrid y se conjuraron para empezar a tejer el futuro tras el sanchismo. «Nosotros tampoco nos lo esperábamos, pero puede ser una manera de salvar al partido de un final como el del Pasok», cuenta uno de los asistentes a ese almuerzo.

¿Cambiará algo el discurso de Sánchez?

La primera impresión de los consultados es que la estrategia del líder socialista no variará ni un ápice de lo visto el 28M. «Es obvio que intentará movilizar a la izquierda con el miedo a los pactos entre Vox y el PP que se deberá sustanciar en plena campaña. Es cierto que hasta ahora no funcionó ni en Madrid ni en Andalucía, pero el hecho de generalizarse esos acuerdos con la ultraderecha pueden servirle para despertar el voto dormido de la izquierda y plantear un verdadero plebiscito sobre su persona», desmenuzan en el PSOE.

¿Qué dicen las encuestas?

Pues aunque el nivel de acierto en las últimas citas no sirve para dar demasiadas garantías, casi todos los sondeos privados colocan a la suma de PP y Vox por encima de los 176 diputados que sería mayoría absoluta. Solo el CIS de Tezanos y 40dB, de una exdirectora del CIS, colocan al PSOE por encima de los populares. La media de las encuestas da entre cinco y ocho puntos de ventaja a los de Feijoo, pero la victoria en las municipales es probable que dispare el tirón del PP.

Leves caídas en la Bolsa al anunciarse el adelanto y subidas al cierre

La Voz / Redacción

El Ibex 35 retrocedía por debajo de la cota de los 9.200 puntos hacia la media sesión, apenas unos minutos después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara la convocatoria de elecciones generales de manera anticipada para el 23 de julio.

El selectivo de las bolsas y mercados españoles abría la sesión de este lunes situado en los 9.266 puntos, lo que suponía un alza del 0,8 % respecto al cierre del viernes. No obstante, tras ese pico inicial, comenzaba una senda a la baja que se agudizaba coincidiendo con el anuncio de elecciones anticipadas.

Así, si sobre las 11.18 horas, justo antes de conocerse el anuncio de elecciones, el índice cotizaba sobre los 9.202 puntos, a las 12.00 horas, el selectivo descendía hasta los 9.178,3 puntos, un 0,14 % menos que al cierre del viernes.

Entre los valores que más caían estaba Meliá (-1,27 %), Banco Santander (-1,2 %), Banco Sabadell (-1,18 %), BBVA (-1,17 %), CaixaBank (-0,84 %) y Endesa (-0,53 %). Del lado contrario se situaban Grifols (+1,45 %), Acciona Energías Renovables (+1,28 %), Solaria (+1,06 %), Colonial (+1,01 %), Telefónica (+0,92 %) y Repsol (+0,88 %).

La caída se suavizó durante el resto de la jornada y la Bolsa española acabó cerrando en rojo en los 9.180,10 puntos, con una leve caída, de apenas once puntos, lo que supone apenas un 0,12 % del índice general, quedando al margen por ahora el movimiento económico de la decisión de Pedro Sánchez.

Los novenos comicios generales adelantados en cuarenta y tres años

Las del 23 de julio serán las novenas elecciones generales que se celebran de forma anticipada en España: se adelantaron dos durante los gobiernos de UCD, seis con el PSOE y una con el PP.

Es, no obstante, la primera vez que un presidente del Gobierno convoca unos comicios generales al día siguiente de celebrarse otros, sin demora alguna.

Las primeras elecciones adelantadas tuvieron lugar en marzo de 1979. El 29 de diciembre de 1978 entró en vigor la Constitución, al ser publicada en el Boletín Oficial del Estado, y ese mismo día Adolfo Suárez, que había sido elegido presidente en 1977, anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria electoral.

Con UCD en crisis, Leopoldo Calvo Sotelo firmó el siguiente adelanto electoral y los comicios se celebraron en octubre de 1982.

Los votantes dieron la mayoría absoluta a Felipe González, que no concluyó ninguna legislatura durante su mandato.

José María Aznar agotó sus dos legislaturas y José Luis Rodríguez Zapatero decidió adelantar elecciones en su segundo mandato. Los españoles, llamados a las urnas en noviembre del 2011, dieron la victoria al PP con mayoría absoluta.

Mariano Rajoy concluyó su primera legislatura y las elecciones se celebraron el 20 de diciembre del 2015, pero no consiguió apoyos suficientes para ser elegido presidente y en junio del 2016 se repitieron los comicios.

Tras ganar la moción de censura a Rajoy y ser nombrado presidente del Gobierno en el 2018, Pedro Sánchez decidió convocar elecciones en abril de 2019, pero no llegó a ser investido y por segunda vez se repetían unas elecciones generales, que se celebraron el 10 de noviembre del 2019.