Vara descarta el apoyo de socialistas descontentos a Feijoo: «Una y no más»

Guillermo Fernández Vara fue uno de tantos barones socialistas que dieron la espalda a Pedro Sánchez en el 2016. Defenestrado ya de la dirección del partido, solo quince diputados se mantuvieron fieles al hoy secretario general del PSOE al rechazar la investidura de Mariano Rajoy y romper la disciplina de voto marcada por la gestora, que facilitó el nombramiento del candidato popular con su abstención. El expresidente extremeño llegó a hacer campaña contra Sánchez en las primarias que siguieron a aquella sesión de investidura, pero este le recuperó después como responsable de política municipal del PSOE. Este viernes, Vara quiso acordarse de aquella votación en el Congreso para zanjar cualquier fuga de apoyos a Alberto Núñez Feijoo: «Una y no más, Santo Tomás».

El vicepresidente segundo del Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta, rechazó así que «socialistas descontentos», a los que aludieron esta semana distintos vicesecretarios del PP, vayan a facilitar la investidura del candidato del PP. Lamentó que los populares defiendan una estrategia que pasa por «el transfuguismo, es decir, que gente que se ha presentado en unas listas llegado un momento vote una cosa diferente».

Tiró de nuevo de hemeroteca al apelar a la repetición electoral del 2019 después de que Pedro Sánchez ganase las elecciones y no recibiese el apoyo del PP que sí habían prestado los socialistas con su abstención tres años antes. «Hubiera habido un Gobierno apoyado por ese sentido de Estado que decían tener [el PP] y que solo lo tienen cuando quieren gobernar ellos», expuso este viernes en una entrevista en Radio Nacional. «Ya está bien», subrayó Vara para pedir a Génova que «no juegue con la buena voluntad de la gente».

El silencio de Page

También la diputada por Asturias y miembro de la Ejecutiva socialista, Adriana Lastra, lamentó este viernes el «empeño» de Feijoo de «ir a una investidura fallida que sabe no va a salir» y de pretender «normalizar el transfuguismo» apelando al voto de parlamentarios de su partido díscolos. «Los diputados socialistas ni nos compramos ni nos vendemos», expuso Lastra, quien consideró «absurdo» que el PP explore esta estrategia: «Intentar transfuguismos es una absurdez y ellos lo saben». En la misma línea habían hablado días antes otros barones socialistas como Patxi López o el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños.

Quien todavía no lo ha hecho es Emiliano García-Page, a cuyos diputados en el Congreso se ha referido expresamente el PP. El presidente de Castilla-La Mancha lamentó que el fugado Carles Puigdemont tenga «el mando a distancia» de la legislatura, y al paso salió el líder del PP en la comunidad, Paco Núñez. Le respondió que esas pilas están en manos de los diputados socialistas de Castilla-La Mancha, «y con su voto pueden hacer que los botones del mando dejen de funcionar», situando en la investidura su oportunidad para «pasar de las palabras a los hechos». Page guarda silencio desde entonces.

«Hablar con todos»

El coordinador general del PP y diputado por Málaga, Elías Bendodo, se refirió este viernes desde Marbella a la ronda de conversaciones que iniciarán los populares el lunes para investir a Feijoo. Apuntó que «dialogar, negociar y pactar son tres fases» de ese proceso, afirmando que lo primero «no es malo» y es distinto a «pactar». «El diálogo es necesario en la investidura», reiteró.