La Voz de Galicia

Fracasa la movilización frente al Congreso

España

P. M. Madrid / La Voz
Policías, ante los manifestantes frente al Congreso de los Diputados este miércoles

Apenas 600 personas intentaron recrear el cerco al Parlamento de Podemos en el año 2012

16 Nov 2023. Actualizado a las 05:00 h.

La mañana del miércoles fue tranquila en las inmediaciones del Congreso pese a la convocatoria de unas protestas que acabaron pinchando en asistencia. Cuando se acercaban las 12.00 horas, momento en el que intervenía el candidato, comenzaron a llegar los primeros manifestantes, pero el resultado global fue decepcionante y constató que el intento de emular el «Rodea el Congreso» de Podemos en el 2012 no funcionó.

Temprano y en día laborable, la escasa afluencia tuvo como tope las 600 personas, según datos del Ministerio del Interior. Los cánticos que más resonaron al mediodía en las cercanías del Congreso fueron «España no se vende, España se defiende» y «Sánchez, traidor», amén de otras consignas directamente ofensivas, tanto con el candidato como con su familia. Incluso algunas unieron al líder socialista con Carles Puigdemont: «Ese furgón, para Puigdemont, y el de delante, para Pedro Sánchez».

Amparo, una de las concentradas frente al Congreso por el acceso de la calle Cedaceros, ha asistido a todas las manifestaciones cerca de Ferraz y, repitió ayer en la Cámara Baja. «Estamos hartos ya de esta dictadura, Sánchez no puede vender a toda España por siete votos», comentó, indignada. Carlos, otro manifestante, expresó que «los rojos se están cargando España» y que «la prensa manipula lo que pasa».

Por otro lado, en las cercanías de la plaza de Neptuno, la concentración fue menor. Tanto fue así que el tráfico, entre manifestantes y el dispositivo policial, no fue más ajetreado que de costumbre por las arterias principales de la capital y no hubo incidencias de circulación.

Un autobús de un grupo ultra aparcó en las cercanías del hemiciclo con un fotomontaje del líder socialista y el dictador alemán Adolf Hitler, acompañado del eslogan «¡Pedro Sánchez, dictador! ¡Pedro Sánchez odia a España!». Una tónica recurrente también en las recientes manifestaciones frente a la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid, donde los asistentes han llamado durante doce días consecutivos al candidato presidencial «dictador» y «golpista».

Protestas en la sede de Ferraz

Después de que Santiago Abascal y el resto de diputados de Vox abandonaran el Congreso tras acusar a Sánchez de dar un «golpe de Estado», los dirigentes se fueron en dirección a la sede del PSOE en Ferraz para protestar, por decimotercer día consecutivo, contra la ley de amnistía acordada por socialistas e independentistas. Fue alrededor de las 19.00 horas, cuando la concentración de decenas de personas en la plaza de Neptuno también se disolvió para hacer piña en Ferraz. Allí fueron recibidos por cientos de manifestantes que entonaban los clásicos recientes «No es una sede, es un puticlub», «Prensa española, manipuladora», «Golpe de Estado», «No es un presidente, es un delincuente» y tantas otras vejaciones hacia Pedro Sánchez y el ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska.

En cuestión de carteles, destacó un rótulo en el que se leía «RIP Spanish democracy 1978-2023» y otro, desplegado por el movimiento Hacer Nación, que rezaba: «No habrá paz para los traidores».

Con todo, las protestas se siguen desinflando y, al cierre de esta edición, la Delegación del Gobierno contabilizaba en 2.000 los manifestantes en Ferraz. Un día más, la policía cerró los accesos a la sede socialista para evitar daños. Los asistentes quemaron dos banderas esteladas, lanzaron rollos de papel y latas a los policías, y usaron un potente foco para deslumbrar a los periodistas.

Del insulto de Díaz Ayuso al candidato a las «kufiyas» palestinas de Sumar

Los improperios traspasaron las paredes del Congreso y se instalaron también en el hemiciclo. Cuando Sánchez se refirió a los «recortes de libertades» acometidos por los gobiernos regionales del PP, como la derogación de los derechos de las personas trans de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, la bancada popular le gritó «mentiroso», «trilero», y «pinocho», y se tuvo que interrumpir el discurso.

El candidato volvió a mencionar a Ayuso, presente en la tribuna de invitados, y acusó a su hermano de un caso de corrupción en la venta de mascarillas durante la pandemia. Momento en que las cámaras enfocaron a la política y esta pareció insultarlo. «La intelectual Díaz Ayuso llama hijo de puta al presidente Sánchez», escribió en la red social X el diputado del PSC Arnau Ramírez. El equipo de la dirigente justificó que el insulto lo había dicho «para sí misma», pero que es «lo mínimo que se merece» Sánchez.

También se escucharon abucheos cuando el futuro presidente aseguró que existe una minoría que «en tiempos complejos prefiere dejar el Gobierno en manos de líderes autoritarios», en referencia a la derecha. «No se den por aludidos», espetó el dirigente socialista a la bancada popular.

Una retahíla de insultos de la que fueron testigos una decena de barones socialistas invitados al debate. No asistió el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que se pronunció en contra de la ley de amnistía y cuyo entorno confirmó que el partido no le envió invitación.

Carcajadas de González Pons

Quizás fue la afición ciclista de Sánchez la que le hizo meter con calzador en su discurso una denuncia a los ayuntamientos del PP y Vox que han eliminado los carriles bici entre las menciones a la guerra de Ucrania y la de Israel y Hamás. Algo que le causó la risa floja al popular Esteban González Pons y provocó murmullos entre los diputados de la derecha. Un alboroto que obligó a Armengol a detener unos segundos la sesión para pedir «seriedad y un poco de respeto».

Gaza estuvo muy presente. Belarra y diputados de Sumar lucieron «kufiyas» en apoyo al pueblo palestino que es víctima de los bombardeos israelíes sobre la Franja. Y otros, como Yolanda Díaz, lucieron un pin de una sandía, otro símbolo que representa a Palestina al tener su bandera los mismos colores que la fruta.

 


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