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Álex García, el vasco que fue repatriado desde Tailandia por una pancreatitis, sale de la uci: «Queda mucho por luchar»

España

La Voz Redacción
Imagen de Álex con su mujer, en una foto facilitada por su familia

«Y por fin llegó el día... Ese momento que esperas que llegue con ansia y poder ver a los niños después de casi 3 meses sin poder estar con ellos», ha compartido en sus redes sociales tras pasar a planta

14 May 2024. Actualizado a las 16:10 h.

Álex Garcia Galas, el vasco de 36 años que tuvo que ser repatriado de urgencia por un avión militar desde Tailandia debido a una pancreatitis necrotizante, ha abandonado este lunes la unidad de cuidados intensivos (uci) del Hospital de Cruces y se encuentra ya en planta, donde ha recibido la visita de sus hijos.

Así lo ha contando él mismo a través de las redes sociales. «Y por fin llegó el día... Ese momento que esperas que llegue con ansia y poder ver a los niños después de casi 3 meses sin poder estar con ellos», publicó Álex en Facebook. «Es una pasada la fuerza que te dan y las ganas de luchar por todo. Hoy estoy que me como el mundo», continúa su mensaje.

Álex García permanecía ingresado en la UCI del hospital de Baracaldo desde el pasado 21 de abril, cuando el avión que lo repatrió desde Bangkok aterrizó en España. Junto a él, en el avión medicalizado enviado por el Gobierno español, viajaron su madre y su cuñada, que estaban con él en Tailandia, y un equipo reforzado de 11 profesionales médicos, entre ellos, intensivistas, anestesistas, médicos y enfermeros de vuelo y técnicos  y técnicos sanitarios en aeroevacuaciones., preparados especialmente para este tipo de misiones críticas

«Gracias a tod@s por todo! Entre el cansancio y los mensajes que recibo no me da tiempo de contestar a todos pero ya estoy en planta. Poco a poco vamos mejorando pero todavía queda mucho por luchar. P.D. Solo tengo dos hijos, pero el otro como si lo fuera»,escribe García en la publicación. 

Álex García permaneció casi dos meses ingresado en Tailandia con grave peligro para su vida. En ese tiempo, intentó regresar a España hasta en dos ocasiones sin éxito, situación ante la que su familia optó por pedir ayuda al Gobierno español por el peligro de muerte inminente, según los médicos. 

El joven estuvo ingresado en la UCI del Hospital Samitivej de Bangkok, país al que se desplazó junto a su mujer, después de que, antes de viajar, el médico que le atendió en España le dijera que las molestias que sufría eran debidas a «gases» y que no tenía «nada». Una vez en el país asiático, donde la pareja acudió con una póliza de seguros, el hombre comenzó a «sentirse mal», por lo que fue hospitalizado con una «pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30 %», según relató su prima y portavoz de la familia, Janire Galas.

Transcurrido un mes, el seguro hizo un primer intento de repatriación a través de una línea aérea regular, acompañado por un médico, aunque el viaje se frustró porque, al ir a embarcar, el piloto no lo permitió debido a que estaba «vomitando», tras lo que ingresó en un segundo hospital, el Samitivej de Bangkok, donde además le detectaron una neumonía entre otras complicaciones.

Su situación fue «empeorando», hasta que sufrió un «paro cardíaco» que obligó a intubarlo y los parientes contactaron con la aseguradora para pedir que fuera repatriado en una ambulancia aérea, a lo que la compañía respondió que esta posibilidad «no se contemplaba en la póliza», a pesar de que, según Galas, en este documento aparecía un apartado con la frase «repatriación ilimitada».

Finalmente, ante el «empeoramiento» de la situación, la familia hizo el «esfuerzo» de contratar una ambulancia aérea privada con dos médicos que fueron a Tailandia a ver al enfermo. El afectado llegó al aeropuerto, donde los encargados del segundo intento privado de repatriación le hicieron un chequeo que determinó que necesitaba 30 litros de oxígeno, cuando el informe del hospital reflejaba que precisaba cuatro, por lo que decidieron romper el contrato, no trasladarlo y devolverlo al hospital.

Posteriormente, los allegados del enfermo recibieron un informe del hospital en el que se les aclara que aún es posible que el enfermo sea repatriado si se hace en un avión medicalizado, si bien se les advierte de que debería de «volar ya» y que debería hacerlo «lo más rápido que se pueda porque hay riesgo de hemorragia interna severa». El informe adviertía asimismo de que la pancreatitis necrotizante aumentó «del 30 % al 50 %» y de que «los antibióticos que están usando ya no le hacen nada».

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«Solo hemos pagado, pagado y pagado, y él está empeorando. Está pendiente de un hilo. Hay que repatriarlo urgentemente y tratarlo en España», reclamaba su mujer. Ante la gravedad de la situación, la familia pidió la repatriación a través de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire.


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