El PSC acelera para intentar investir a Salvador Illa a principios de agosto

Los socialistas catalanes han pisado a fondo el acelerador en las negociaciones con Esquerra con el fin de investir a Salvador Illa a principios de agosto. Para ello el equipo del PSC, comandado por la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, confía en convencer a los republicanos en tres de las cuatro carpetas abiertas, las en principio más asequibles. En primer lugar, la que tiene que ver con la resolución del conflicto político y la aplicación de la ley de amnistía para los delitos del procés; la de la defensa del catalán; y la referida a las políticas sociales desarrolladas por el Gobierno de Pere Aragonès, que ERC no quiere que caigan en saco roto. La cuarta y más importante, la de la financiación singular de Cataluña, depende más del PSOE de Pedro Sánchez que del PSC de Illa. 

Las prisas de ERC

Las prisas son más acuciantes por el lado de Esquerra Republicana. Los de Marta Rovira necesitan tiempo para convencer a las bases, más intransigentes tras el batacazo electoral del pasado mes de mayo, de la necesidad de entregar la Generalitat a los socialistas y evitar así un escenario de repetición electoral. Si este finalmente acaba produciéndose, sorprenderá a los republicanos sin candidato o candidata y a las puertas de un congreso crucial que debe redefinir estrategias y liderazgos internos, con las dos almas del partido enfrentadas.

Además, la investidura de Illa supondría sacarse de en medio a Carles Puigdemont, que trama su vuelta a Cataluña para torpedear las negociaciones y forzar nuevas elecciones. Para ello cuenta con la colaboración del presidente del Parlamento, Josep Rull, que este viernes volvió a referirse a la posible detención de Puigdemont. «Ante esta hipótesis, el único escenario que no contemplo es el de la pasividad», señaló en una visita a la cárcel de Lledoners, donde estuvo ingresado por la causa del procés.

Sobre la posibilidad de que PSC, ERC y Comunes alcancen un acuerdo para investir a Illa, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, aseguró ayer que es el «único pacto de gobernabilidad posible», y añadió que las fuerzas de izquierdas en Cataluña «tenemos la obligación de ponernos de acuerdo».