Guerra tilda el pacto fiscal de atropello, y Jordi Sevilla, de paso hacia la secesión

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra y el exministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla son dos socialistas que ayer se sumaron a las críticas de los barones del PSOE al acuerdo del PSC y Esquerra para que Cataluña tenga una financiación singular.

Es un «atropello» y un «latrocinio que elimina la solidaridad entre los españoles». y destruye la concepción del Estado que establece la Constitución de 1978., mantiene Guerra en una entrevista en El Mundo recogida por Europa Press. Guerra recrimina que con el concierto económico se saca a Cataluña de la caja común con otras comunidades, «lo que es favorecer a unas regiones en detrimento de otras». Discrepa de Pedro Sánchez, quien defendió que el pacto ERC-PSC es un paso «incuestionable» en la «federalización» del estado autonómico, pues para él «es un camino hacia la confederación, hacia la independencia de Cataluña».

Por su parte, el exministro Sevilla también calificó el pacto fiscal de paso hacia la independencia y hacia una confederación asimétrica que refuerza al secesionismo cuando sus resultados electorales son peores. Explica su rechazo al concierto porque responde al relato secesionista del España nos roba que presenta una Cataluña infrafinanciada. Una idea «falsa», apunta. Sostiene además que no es posible sacar a Cataluña del régimen común de las comunidades autónomas mediante una modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca), ya que requiere de una reforma de la Constitución o al menos del Estatuto.

El también economista del Estado se pregunta en un artículo publicado en Agenda Pública recogido por Europa Press «¿cómo creernos, después de esto, que no habrá un referendo de independencia en Cataluña?»

Otro crítico con el pacto es Nicolás Redondo Terreros. El político expulsado del PSOE por su apoyo a Isabel Díaz Ayuso mantiene que el acuerdo entre ERC y PSC «hace al Estado español ineficiente» porque «será un Estado débil a la espera de la fractura definitiva». Se trata, dice, de «una mutación salvaje del Estado», de «una cesión vergonzosa» que llevará «a Extremadura, las dos Castillas, Asturias, Galicia, Andalucía y todas las comunidades necesitadas de apoyo y solidaridad» a «seguir siendo pobres».

También desde Sumar han saltado voces críticas con el pacto para investir a Salvador Illa. Pese a que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz considera que el concierto es un «salto cualitativo» para Cataluña y que investir a Illa «desde fuerzas independentistas es muy positivo para nuestro país», su portavoz económico en el Congreso, Carlos Martín Urriza, descalificó el concierto fiscal para Cataluña, ya que considera que pone en riesgo la autonomía fiscal del Estado, y la redistribución entre las comunidades como «ya lo hacen el régimen foral o el paraíso fiscal de Madrid».