La Voz de Galicia

Oriol Junqueras recupera la presidencia Esquerra con la formación partida en dos

España

Xavier Gual Barcelona / E. La voz
El líder de la candidatura Militància Decidim, Oriol Junqueras, celebra la victoria sobre Xavier Godàs tras la segunda vuelta de las elecciones internas en ERC.

La estrecha victoria sobre Godàs deja muy tocado su liderazgo

15 Dec 2024. Actualizado a las 08:57 h.

Oriol Junqueras se impuso este sábado en la segunda vuelta de las primarias a la presidencia de Esquerra Republicana de Cataluña con el 52 % de los votos emitidos por la militancia. Esto es, 3.437. Su rival, Xavier Godàs, el candidato avalado por la dirección saliente, obtuvo el 42 %, hasta 2.777 apoyos. La participación alcanzó el 82 %, ligeramente superior a la de hace dos semanas. Junqueras ganó 280 votos respecto a la primera vuelta, aunque Godàs se anotó 469 más. Después de meses de guerra abierta, con el partido abierto en canal, un margen de 10 puntos, que se traducen en poco más de 600 votos de diferencia, deja muchas dudas sobre la solidez del liderazgo interno del reelegido presidente. Si esta era una votación en clave plebiscitaria para Junqueras, tras 13 años al frente de la formación, el resultado obtenido este sábado no le asegura, ni mucho menos, un camino plácido.

En la rueda de prensa posterior a la votación, el candidato perdedor insistió en que «el cambio es inevitable, porque ERC tiene que abrir un nuevo ciclo político que reconecte con el país, cada vez hay más gente que lo ve así». «Este es un partido dividido, esto es evidente», dijo Godàs, «no nos hace falta ser una corriente interna, quienes estamos aquí somos Esquerra». Pasadas las nueve de la noche, comparecía Junqueras. «Solo hay un partido, el tiempo de las candidaturas se ha acabado, la militancia ha hablado, la democracia ha decidido», dijo, antes de «tender la mano a todos aquellos y aquellas que, estoy convencido, contribuirán a recoser el partido». 

Diferencias con Rovira

Con la victoria de este sábado, Oriol Junqueras retoma la presidencia de Esquerra, que dejó el pasado 10 de junio, tras las elecciones europeas, con la voluntad, manifestada desde el primer día, de volver a presentarse para un nuevo mandato. En este tiempo, las diferencias con la secretaria general, Marta Rovira, huida en Suiza hasta el pasado verano por su implicación en el caso Tsunami (hoy archivado), han desangrado el partido, salpicado por todo tipo de escándalos, en especial, los carteles difamatorios contra Pasqual Maragall, enfermo de Alzheimer. Antes, Rovira tuvo que pilotar las negociaciones para la investidura de Salvador Illa en la Generalitat, que se materializó tras otra consulta a la militancia, con Junqueras «desaparecido». Todavía hoy, nadie sabe a ciencia cierta qué votó aquel día, si apoyó a Illa o no. Tampoco se esperan cambios en la política de alianzas con los socialistas, que han permitido que el PSOE mantenga el Gobierno de España y el PSC controle la Generalitat.

Ante la presión al alza que ejerce sobre Pedro Sánchez su ex socio independentista y hoy rival Carles Puigdemont, lo previsible es que los republicanos también eleven el nivel de sus exigencias, tanto en Cataluña como en Madrid. «El partido socialista tiene que cumplir todos sus compromisos, ya no habrá más acuerdos con quien no cumple, quizás eso pasó antes, y quizás más de lo que era necesario; pero eso ya no volverá a pasar», advirtió anoche el reelegido presidente de ERC.

Oriol Junqueras, el independentista progre devoto de Montserrat

En el 2011 tomó las riendas de ERC haciendo tándem con Marta Rovira

Xavier Gual

Nacido en una familia acomodada en el barrio barcelonés de San Andrés, feudo tradicionalmente socialista, dicen que Oriol Junqueras se hizo independentista a los ocho años, cuando los demás chicos de su edad soñaban con ser futbolistas o astronautas. De niño vivió entre libros y almendros, los de la casa familiar de Sant Vicenç dels Horts, donde se trasladó con apenas dos años. Su paso por el Liceo Italiano le dotó de una sólida formación académica, además de católica, apostólica y romana. No en vano va a misa con regularidad.

Tanta es su fe cristiana que, algunos en su partido afirman que, en la víspera de la declaración de independencia de Puigdemont, se fue a Montserrat a pedir consejo al padre abad. Joan Puigcercós, al que sustituiría en la presidencia de Esquerra, llegó a decir de él que era «un intelectual diferente, le gusta salir a la calle». Licenciado en historia moderna y contemporánea, el joven Junqueras dio el salto a la política en el 2003, cuando lideró la candidatura republicana en su pueblo. Luego sería eurodiputado hasta que en el 2011 tomó las riendas del partido, haciendo tándem con Marta Rovira, para poner fin a la guerra interna entre Puigcercós y Carod-Rovira, que desembocó en la debacle electoral del 2010.

Entonces, se quedaron con diez diputados en la Cámara autonómica. Después llegaría el procés, la vicepresidencia de la Generalitat, el referendo ilegal y la sentencia del Supremo, que le condenó a 13 años de prisión, de los que solo cumplió tres.


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