Los casos de picadura por escarapote aumentan en las playas de Ferrolterra
Ferrol

Las mareas bajas y la gran afluencia de bañistas son las principales causas del incremento de urgencias La playas de San Jorge, Doniños, Frouxeira o Pantín se han llenado durante el mes de agosto de unos inquilinos «non gratos»: los escarapotes. Una especie de pez que ha provocado una gran afluencia de personas a las puestos de primeros auxilios. El incremento de picaduras se debe a la cantidad de gente y a que las horas de la tarde coincidían con la marea baja, lo que provoca que la zona de la especie esté más cerca de los bañistas. La gravedad de la picadura es leve, excepto para las personas alérgicas al veneno del escarapote, aunque sí produce durante unas cuatro horas un fuerte dolor en la zona afectada.
14 Aug 2000. Actualizado a las 07:00 h.
La marea baja ha coincidido con las horas de la tarde y los bañistas tienen que alejarse un poco de la orilla y adentrarse más en el agua y también en el territorio de unos peces, los escarapotes. Una especie que camuflada y escondida de forma superficial en el fondo marino defiende su zona con su mejor arma, tres púas en el dorso. En San Jorge, en una única jornada, se atendieron 22 picaduras y en Doniños, once, según confirmó el coordinador de playas de la zona Juan Martínez Vila. No obstante, Ferrol no fue la única zona afectada, las playas de la zona de Valdoviño también experimentaron un alto índice de picaduras. En Meirás se atendieron nueve casos, en A Frouxeira alrededor de catorce y en Pantín diez. El tratamiento es sencillo según reconoce Juan Devesa, jefe de Protección Civil de la zona, «tras lavar la zona con amoniaco se clava una punzeta y se extrae el veneno». Un poco de yodo y una pomada antiinflamatoria también ayudarán a bajar la inflamación y el dolor que puede prolongarse bastante. La creencia dice que el dolor dura hasta que cambia el ciclo de la marea, pero los expertos consideran que sólo se trata de un dicho popular y que el tiempo es de tres a seis horas.