La Voz de Galicia

«Sigo pensando que el arte cambia las cosas»

Ferrol

Antía Díaz

El artista ferrolano Juan López expone en la galería Sargadelos un proyecto que combina pintura y música

15 Jan 2010. Actualizado a las 14:16 h.

Para este ferrolano del 73, «el arte puede cambiar las cosas». Y así se plantea sus proyectos, alejados de etiquetas y centrados en profundizar en su visión de las cosas a través de varias disciplinas. Sobre todo, la pintura y la música. Como los que dan forma al Proyecto Leteo que, hasta el 31 de enero, expone en la galería Sargadelos de Ferrol. -¿Qué nos vamos a encontrar en este Proyecto Leteo? -Surge a partir de unos textos que escoge el pintor Manolo Quejido, en un taller el Macuf (Museo de arte contemporáneo de Unión Fenosa). Y a partir de esos textos que le pido que escoja y grabe, surge la música y la pintura. Hablan de la sociedad del bienestar, del efecto alienante que provoca en las personas y de lo difícil que es romper este sistema, y la pregunta clave es qué papel juega el arte dentro de la sociedad. El arte siempre es crítico y nos posiciona en otra postura, pero por otro lado también está mercantilizado. Y esto me lleva a una visión bastante horrorosa: si esto no podemos cambiarlo con el arte, ¿con qué lo vamos a cambiar? Se llama Leteo porque es el río del Hades en el que las almas bebían para olvidar y para reencarnarse. Y eso es lo que yo hago en cada proyecto: desaprender lo aprendido, olvidarse para recordarse otro y seguir creyendo y creando. - ¿Y cómo responde el público? -De momento, bastante bien. Es una instalación más que una exposición al uso, los cuadros están en forma de pirámide en una esquina, lo que genera cierta sorpresa a la gente que entra en la galería. -Habría que definirte como un artista multidisciplinar, ya que la música que suena en la muestra la has compuesto tú... -Sí, soy licenciado en Historia del Arte y en Historia y ciencias de la Música, soy profesor de música. Lejos de acotar significados, unir dos disciplinas, lo que hace es abrir campos. La gente suele usar mucho las etiquetas, y a mí me da igual que le llaméis a esto música o pintura, lo importante es lo que se ve. -El año pasado, el proyecto fue Termini-Cavour, que se pudo ver en Santiago, ¿cómo lo explicaría? -Son dos estaciones de metro de Roma. Siempre voy con la grabadora, en plan Mapa de los sonidos de Tokio, pero desde hace más tiempo. Es lo que se llama música concreta, y aquí recogí el recorrido de una estación a otra. Había una pobre pidiendo en el vagón, y la sensación que yo tuve fue de que nos movemos en el tiempo y el espacio, pero todo sigue igual. -Vas creando año a año, pero con esta crisis, ¿es más complicado o siempre se puede usar el arte como un revulsivo? -Pese a esa visión que comentaba antes, yo sigo pensando que el arte cambia las cosas, y sigo trabajando para cambiar algo, aunque sea muy pequeñito, en la gente que vea o escuche lo que hago. Y soy optimista, si no lo dejaría. Quizás en momentos como este, textos como los que ha escogido Manolo Quejido, que son muy sesenteros y un poquito marxistas, cobran más sentido. Hay que revolverse un poquito para cambiar las cosas, y mirarnos desde fuera para poder cambiar algo.
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