«Fin de la aventura» en O Feal
Ferrol
Los diecisiete niños y dos profesoras del centro atrapados en Dublín por el cierre del espacio aéreo se reencontraron ayer con sus familias después de tres días en autobús
24 Apr 2010. Actualizado a las 02:00 h.
«Por fin chegaron, despois de tantos días de tensión», espetó ayer Dolores Vizoso, la directora del colegio de infantil y primaria de O Feal, al abrirse la puerta del autobús que traía de vuelta a Narón a los diecisiete niños de 12 a 15 años de edad y dos profesoras del centro que el jueves de la semana pasada se quedaron atrapados en Irlanda al cancelarse el vuelo de regreso de su viaje de estudios debido al cierre del espacio aéreo europeo por la nube de cenizas provocada por el volcán islandés Eyjafjalla.
Desde antes de las ocho de la mañana, los padres esperaban ansiosos a las puertas del colegio. Y los chavales no se hicieron esperar. El autocar fletado por la Xunta para traerlos de vuelta abrió sus puertas y los jóvenes estudiantes se abalanzaron a los brazos de sus familiares. «Estoy encantada de tenerlos en casa ya», sollozaba una madre mientras apretaba a su hijo contra su pecho.
El momento no podía ser más emotivo. Y algunos escolares no pudieron evitar romper en llanto al llegar, como pudieron leer en una pequeña pancarta colocada en el vallado del recinto, al «fin de la aventura».
Y es que la suya fue una andanza «de película», señalaban, sin poder precisar el género exacto del telefilme. Pues desde el jueves 15, la «incertidumbre» de encontrarse en un país extraño sin saber cuándo podrían regresar a sus casas, les pasó factura a todos hasta tal punto que «nos pusimos a gritar como locos y a celebrarlo cuando entramos en España».
El periplo comenzó el martes, después de otros cuatro días haciendo tiempo por la capital irlandesa mientras no les ofrecían una solución para escapar de la isla. A las seis y media de la tarde, se dirigieron al puerto dublinés para embarcar en un ferri con destino a Gran Bretaña. De ahí, en bus hasta Dover, y un nuevo barco les llevaría a través del canal de la Mancha entre un mar de pastillas para el mareo para evitar secuelas. Una vez en Francia, las siguientes etapas hasta Burdeos y, finalmente, a Narón, seguirían por carretera.
A su llegada, un grupo de padres esperaban también con una sorpresa a las dos profesoras que acompañaron a sus hijos durante su periplo irlandés, Sonia Álvarez y Alba Alonso. Y les entregaron varios ramos de flores y unos regalos porque «los cuidaron como si fueran sus hijos».
«Al fin podemos reír a gusto, porque ya nos veíamos el fin de semana yendo a buscarlos en coche», celebraba otra madre antes de coger a su niño y llevárselo a casa a descansar.