Y Pedriño volvió a Valdoviño con su madre
Ferrol
El concursante gallego eligió a Mary en vez de a su pretendiente en la final de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?»
16 Nov 2012. Actualizado a las 17:30 h.
Al final Pedriño eligió a su madre en vez de su pretendiente, Manu, en el último programa de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?». El joven ferrolano, que acudía junto a Mary para buscar al hombre de su vida, se quedó con su «mandarina», que para la ocasión se enfundó en unos leggins dorados a medio camino «entre Lady Gaga y Madonna», según Luján Argüelles.
Mary, una de las madres favoritas de los seguidores del programa, se metió en un pequeño lío dialéctico cuando definió a Manu (que llamó a la puerta de Pedriño en el último momento tras abandonar el programa por cuestiones profesionales) como un hombre «asesado», refiriéndose a que tenía las cosas muy claras, pero durante unos minutos la palabra no se entendía muy bien y parecía que se refería a su profesión, stripper y actor porno.
Resuelto el embrollo, Pedriño y Mary regresaron a Valdoviño, localidad a la que auparon a trending topic durante algunas de las emisiones del programa. «Mi madre ha aprendido mucho del mariconeo» explicó Pedriño. «Después de esto no voy a tener que contestar más a la pregunta de si tienes novia» bromeban madre e hijo en una de las tomas falsas que emitieron al final del programa.
Pedriño se trajo de recuerdo una muñeca que le hizo Dolores, la madre de Isidoro. «Como le gustan tanto las muñecas -le dijo a Mary- le he hecho una», explicó Dolores. Y Pedriño en su cuenta de Twitter explicaba ayer: «si veis la muñeca que me hizo Dolores flipáis, la mayor joya de mi casa!!! la reina de mi baño!! Dolores es amor puro».
El joven gallego fue el único que regresó a casa sin pareja ya que el resto de los concursantes eligió quedarse con sus novias. Unas gustaban más que otras a sus madres, pero al final, incluso las más reacias, parece que dieron su brazo a torcer y se conformaron con la elección de sus vástagos. El programa dejó con la miel en los labios a muchos que se preguntaban «¿cuántas parejas seguirán juntas tres meses después?».