En la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol ya solo hay tres jóvenes que quieran ser sacerdotes
Ferrol
Dos son diáconos, y el tercero vive en el Seminario pero estudia en un instituto
01 Jun 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Nadie podía haber pensado que se llegaría a esta situación. Incluso en plena crisis de vocaciones. En toda la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol solo hay tres jóvenes que se formen para ser sacerdotes. Dos de ellos son diáconos ya -uno de ellos completa sus estudios en la Universidad Pontificia de Salamanca, mientras el otro hace sus prácticas pastorales en Ferrol-, y muy probablemente reciban la ordenación sacerdotal este mismo año. El tercero, estudiante de primero de ESO, reside en el Real Seminario de Santa Catalina, en Mondoñedo, bajo la tutela y la atención espiritual del centro, pero acude a clase a un instituto.
En el Seminario, de hecho, ya no se imparte docencia. En las aulas mindonienses reina el silencio. Esas aulas en las que se formaron poetas como Aquilino Iglesia Alvariño, Noriega Varela o Díaz Castro, cuya obra ha sido reconocida ya con un Día das Letras. Allí estudiaron mitrados como el cardenal Rouco Varela, teólogos como Segundo Leonardo Pérez López, prelados de honor del Papa como Uxío García Amor y Enrique Cal Pardo. Y sobre todo, generaciones y generaciones de sacerdotes que tanto ayudaron a hacer de Galicia, y no solo de Galicia, lo que hoy es.
El llamamiento del obispo
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, hace un llamamiento a toda la «comunidad diocesana», pero «en especial a las familias y a los jóvenes», para que «fomenten y descubran el valor del sacerdocio como opción de vida». Pero la situación es difícil. Muy difícil. Mientras, en el Real Seminario de Santa Catalina funciona una hospedería a la que acuden, sobre todo, quienes buscan silencio para estudiar, para escribir, para meditar. El trato es del todo familiar, en nada se asemeja al de un establecimiento hotelero. La cosa viene de antiguo: siempre tuvo el seminario, en Mondoñedo, las puertas muy abiertas. También hay una residencia para sacerdotes. Y sobre todo libros, muchos libros. Muchos libros, entre las piedras. Libros... y un número infinito de recuerdos.
reportaje crisis en el seminario