La Voz de Galicia

Carlota Castro Pardo: «Aquí sorprende una farmacia en un área comercial, pero gusta»

Ferrol

Carmela López Ferrol

La botica recién abierta en Alcampo se especializará en problemas de la piel

30 Jul 2020. Actualizado a las 05:00 h.

Las galerías del centro comercial Alcampo de Ferrol cuentan desde el pasado 3 de julio con una farmacia. La titular es la ferrolana Carlota Castro Pardo que, pese a su juventud, tiene 30 años, atesora una amplia experiencia en la materia, así como en dermofarmacia, por haber trabajado en laboratorios de dicha especialidad en Madrid y Barcelona.

-¿Cómo surge la idea de abrir una botica en el centro comercial Alcampo?

-Después de haber trabajado en varias ciudades pensé en asentarme en Ferrol y decidí comprar la farmacia de Roberto Baamonde, que estaba situada en la carretera de Catabois, y solicitar el traslado. Los trámites se prolongaron un año medio, y al final Sanidad lo aprobó.

-¿Y por qué eligió un área comercial?

-Trabajé varios años en los laboratorios Fabre y visitaba distintas farmacias en zonas de Barcelona, Madrid y Baleares. En las áreas comerciales funcionaban muy bien, por la comodidad de tener dónde aparcar y de poder hacer todos los recados en el mismo sitio. En la comarca de Ferrol no había ninguna, pero en A Coruña, sí, en Marineda, y en Vigo también. Con esa idea, me fijé en la zona de Alcampo, que es punto de referencia de mucha gente.

-¿Cómo está resultando y cómo responde la gente?

-Estoy muy contenta. Al principio me daba miedo emprender un negocio con esta crisis, pero estoy muy satisfecha del flujo de gente. A pesar de que aquí sorprende ver una farmacia en un área comercial, porque no está instaurado este concepto, está gustando mucho. Al principio suelen preguntar si es una farmacia o una parafarmacia, y después se muestran contentos porque les resulta muy cómodo.

-¿Qué solución tienen para atender las guardias cuando el centro comercial está cerrado?

-Tuvimos que abrir un acceso desde el aparcamiento, porque así lo exigía también Sanidad, y por ahí atendemos a la gente, tanto en las guardias de días festivos en los que cierra Alcampo como en las nocturnas. Ya tuvimos una y el día 31 nos toca la siguiente.

-¿Cuánta gente trabaja en su farmacia?

-Ahora somos tres farmacéuticos y dos técnicos de farmacia.

-Al parecer, tiene la previsión de ampliar los servicios que presta la propia farmacia...

-Sí, yo soy especialista en cosmética, porque tras finalizar la carrera de Farmacia en Santiago hice un máster de cosmética en Madrid y trabajé en laboratorios. Mi idea era crear una farmacia especializada en problemas de la piel, pero la crisis sanitaria derivada del coronavirus frenó esa intención, porque se requiere contacto directo con las personas, pero la sigo manteniendo, para cuando se pueda. De hecho, ya tengo reservado un espacio para la máquina que quiero comprar.

-¿En qué consiste ese proyecto?

-Consta de dos partes: una máquina que ayuda a analizar las manchas en la piel, las arrugas y los índices de hidratación, y la realización de talleres de maquillajes terapéuticos para camuflar imperfecciones sin que se note el maquillaje. Mi intención es ayudar a pacientes oncológicos que han perdido las cejas y a personas con psoriasis u otros problemas que no se encuentran a gusto con su imagen, pero que tampoco quieren recurrir a los maquillajes tradicionales. La iniciativa está pensada también para hombres y pretendo ponerla en marcha lo antes posible. Ahora sería irresponsable, porque hay que guardar las distancias de seguridad.


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