Preparan en Ferrol una operación con drones para documentar partes de la fragata Magdalena
Ferrol
La cata arqueológica más ambiciosa de la ría de Viveiro busca lograr más información sobre el emblemático pecio
19 Sep 2022. Actualizado a las 05:00 h.
La más ambiciosa investigación arqueológica realizada hasta ahora en la ría de Viveiro comenzó hace unos días, después de una primera toma de contacto con la zona y de una semana de trabajos en tierra para documentar restos del pecio más emblemático del estuario viveirense, la fragata Magdalena. Los arqueólogos del Equipo de Patrimonio Sumergido para el Norte (Epasuno) de la Federación Española de Actividades Subacuáticas (Fedas) acudieron a Ferrol —a Exponav y el Museo Naval— para catalogar la roda y el codaste del buque que, junto a otros barcos de la Armada Española, se fue a pique en Covas en 1810, durante la Guerra de la Independencia. El número de víctimas mortales, más de 550, habla de uno de los mayores naufragios en la historia.
Para estudiar la roda y el codaste del buque, los especialistas usaron «a máis avanzada tecnoloxía da que se dispón», indica Antón López, de Epasuno-Fedas. Los arqueólogos utilizaron escáneres en tres dimensiones y drones para tomar distintos ángulos de las piezas, dado su gran tamaño.
En las jornadas de investigación, reforzadas con personal de la Universidad de Buenos Aires, del Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas de Argentina y de la Universidad de Cádiz, que analizará muestras en el laboratorio del Campus de Excelencia Internacional Global del Mar (Ceimar), los científicos pudieron catalogar piezas relativas a la fragata Magdalena —de los fondos del Museo Naval ferrolano— cuyo uso se desconocía, y que no se encuentran habitualmente en un contexto arqueológico, sino únicamente en la documentación. «Encontramos un sacatrapos, a peza onde se metía o trapo para humedecer a ánima do canón —el espacio interior del tubo del arma— despois de ser disparado. Atopamos un macho de pala do temón dunha embarcación pequena, e tamén unha trampa para ratos, a habitual que atrapa cun cepo», enumera López.
La fragata Santa María Magdalena fue construida en Esteiro en 1773. Su estructura se realizó en madera frondosa, con recubrimiento de madera de tea y planchas metálicas de cobre. Se hundió con el bergantín Palomo. En los años 70 del pasado siglo, se rescató el pecio, que permanece en Ferrol.
La pasada semana empezó la cata arqueológica más ambiciosa y larga en la ría de Viveiro, donde se halló el astrolabio. Los investigadores de Epasuno-Fedas tuvieron una primera toma de contacto en la ría de Viveiro para las catas arqueológicas de las próximas semanas. «Esta vez, cun mes de traballo, contamos alcanzar todos os obxectivos que nos marcamos. No 2021 o mar dificultounos as tarefas, e neste 2022 optamos por pedir días de máis, por se hai malas condicións marítimas, ter máis marxe para investigar», concreta López.
En los primeros días, las inmersiones se centrarán en la zona donde apareció la fragata Magdalena. Posteriormente, se investigará el pecio Viveiro I, donde se halló un astrolabio único en el mundo —se discute si de 1646— por tipología y conservación, el Viveiro II, descubierto en 2021, y el Viveiro III.