Cristian Jiménez, aventurero afincado en Ferrol: «Di la vuelta al mundo por trabajo, ahora lo recorro como mochilero»
Ferrol
Los viajes del aventurero Cristian Jiménez
Ha viajado miles de kilómetros viajando solo con su bolsa a la espalda: «Me encantó Indonesia y México»
19 May 2024. Actualizado a las 14:23 h.
Paradójicamente, el próximo destino del aventurero Cristian Jiménez (Madrid, 1991), que ha dado la vuelta al mundo por trabajo y ahora lo recorre como mochilero, será el Camino de Santiago Mozárabe. El joven madrileño, que lleva once años viviendo en Ferrol, ha recorrido cientos de miles de kilómetros con el espíritu de mochilero nómada, visitando países como Egipto, China, Palestina, Israel, Uzbekistán, Jordania, Italia, Francia, Indonesia, México o Guatemala, la zona del Yucatán o la isla de Pascua (Chile)... ¿Qué destino se lleva la palma? «Es difícil la pregunta. Me decanto por Indonesia por su sociedad, súper amistosa y agradable, y México. Viajar a un país en el que hablan tu idioma lo facilita todo mucho», explica.
Cristian es el álter ego del perfil en Instagram @mochilero.nomada, que abrió para mostrar sus viajes a su familia y amigos. «Al principio era anti redes sociales», reconoce. Empezó a viajar en solitario con 17 años gracias a una promoción de la empresa de autobuses Alsa, que le regaló un viaje de ida y vuelta por 1 euro en verano. «Intenté convencer a mis amigos, que no quisieron salir de Madrid. Yo quería viajar así que me fui a Barcelona», recuerda.
Le envalentonó a viajar solo, acompañado de una mochila y muchas ganas. «Poco a poco fui ampliando kilómetros y distancia. El primer destino europeo fue Frankfurt (Alemania). «Tenía unos días libres, abrí la web de skyskanner y busqué un sitio barato a cualquier lugar», detalla. Y el primer gran viaje que realizó con este concepto de «mochilero» fue a Tailandia, Malasia y Singapur. «Cuando di la vuelta al mundo con la Armada paramos en el sudeste asiático. No tenía interés por esta zona, y cuando estuve me encantó. Es una cultura y sociedad tan diferente a la europea... Supe que volvería», explica. Y cumplió su promesa. Al filo del estallido de la pandemia sanitaria del coronavirus organizo un viaje de dos meses. «Estaban cerrando Europa y a mí me quedaban tres días en Singapur», recuerda.
Una de sus normas inquebrantables es viajar con su mochila a la espalda. «Una mochila te lleva a cualquier lugar del mundo, y mucho más ligero. Hay que ser minimalista para ser capaz de tener lo necesario para vivir tres meses en una mochila», bromea.
Su viaje más largo con esta ideología fue de tres meses. «Empecé en México por el Yucatán, bajé a Chiapas, conocí a un alemán que iba a estudiar en Guatemala y fui hasta allí. De ahí me moví hasta Belice, desde donde fui hasta Honduras y regresé al centro de México», recuerda. De aquí guarda miles de anécdotas. Fue invitado a dos bodas, se convirtió en un personaje recurrente de una radio de la ciudad de Mérida y guarda una excelente relación con el locutor. «En la feria de San Marcos, en Aguas Calientes, conocí al grupo de flamenco Barrio Gitano. Lo pasé en grande con la familia gitana, con la que también mantengo contacto», recuerda.
Otro viaje que ahora sería muy complejo replicar es el de Uzbekistán, Palestina e Israel. «En cada calle hay un poco de historia. Empecé en Jerusalén y entré en territorios como Belén. Vi como es la vida, nada fácil por la situación de la frontera», recuerda.
Su otra gran pasión es hablar sobre los viajes. Los vídeos en redes sociales con sus aventuras acumulan miles de ‘me gusta' y le encanta que otros aventureros contacten con él para pedirle consejos.