La Voz de Galicia

El Arqueódromo del Torrente reabre esta semana con más visitas y talleres de fotografía

Ferrol

Imagen de archivo de unas de las visitas escolares al Arqueódromo del Torrente Ballester

Las sesiones en el yacimiento a pequeña escala se reanudan el día 8 de noviembre y se prolongarán hasta el 13  de junio

05 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.

El Arqueódromo del centro cultural Torrente Ballester de Ferrol, un espacio didáctico en el que se recrea un yacimiento a pequeña escala para que los escolares puedan excavar y comprobar in situ cómo es el trabajo de los arqueólogos, reabre sus puertas este viernes para ofrecer nuevas visitas y talleres a lo largo del curso 2024-2025.

Impulsado hace ahora un año por la Cátedra de Arqueología y Educación Patrimonial del Concello de Ferrol y la UDC, este espacio está comandando por Lucía Brage, doctora en Patrimonio Cultural, quien explica que la programación para este curso incluye visitas para escolares todos los viernes hasta el 13 de junio. La iniciativa ha tenido tanto éxito que ya está todo reservado hasta finales del próximo mes de enero, aunque para el resto del año todavía quedan días libres y los colegios e institutos interesados todavía pueden solicitar visitas escribiendo a la dirección arqueodromo.ferrol@gmail.com o llamando al número de teléfono 685715703. La actividad es totalmente gratuita y está dirigida al alumnado de sexto de Primaria y primero de la ESO.

Taller de fotografía en una de las sesiones didácticas en el Arqueódromocedida

Las visitas se dividen en dos partes: una sesión de excavación en el propio Arqueódromo, donde hay un cajón de arena con reproducciones de piezas de diferentes épocas que los escolares deben desenterrar, y un taller relacionado con la historia o el patrimonio. En lo que respecta a esta última actividad, este año habrá una novedad y es que todos los talleres estarán dedicados a la fotografía arqueológica y serán impartidos por dos fotógrafos con experiencia en excavaciones en Oriente Próximo: Eloy Taboada y Víctor Rivera.

«El Arqueódromo no solo es una manera divertida de aprender, sino que transmite valores importantes sobre la cultura, la historia y la conservación del patrimonio y activa la curiosidad», destaca Lucía Brage.


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