La Voz de Galicia

El oeste coruñés disfrutó este verano las mismas horas de sol que Sanxenxo

Cariño

juan capeáns santiago / la voz

Cariño tuvo 180 minutos diarios menos de insolación que Carnota o Sálvora

23 Sep 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Hablar de meteorología supone poner datos objetivos encima de la mesa; y hablar del tiempo tiene más que ver con las sensaciones. A veces, unos y otras son coincidentes, pero en períodos cortos de tiempo como puede ser un verano meteorológico o un mes de vacaciones pueden saltar algunas sorpresas o curiosidades.

El sol apretó abiertamente en la provincia coruñesa desde mediados de julio hasta bien entrado septiembre, y en esas fechas se evidenció lo obvio, que cuanto más al norte, más nubes, temperaturas frescas y mayor riesgo de lluvias. Y así fue. Entre Cariño, al nordeste, y la punta más al sur de Barbanza hay 163 kilómetros de distancia en línea recta, y el viento nordés condicionó hasta el punto de que en la playa de Lira (Carnota) han disfrutado de una media de tres horas más al día de sol que en la zona del cabo Ortegal (Cariño). En esa misma línea imaginaria diagonal, en agosto, Cariño se aprovechó tan solo de un 41 % del tiempo de insolación —sin nubes—, mientras que en Ferrol subió el tiempo posible de exposición al 52 %; y en Santiago o Boiro ya rondó el 65 %.

Este verano también se cae otro mito: «Pasas Padrón y cambia el tiempo», se suele oír entre los que optan por las Rías Baixas. El Ulla influye, claro que sí, pero en cuanto a horas de sol el oeste de la provincia de A Coruña ha aguantado el tipo en julio respecto a una de las zonas turísticas que tradicionalmente tienen un mejor clima, o más fama. En la estación del pazo de la isla de Sálvora se registraron nueve horas de sol diarias, exactamente las mismas que en la zona de Sanxenxo-A Lanzada-O Grove, nada extraño por cuanto se trata de territorios bastante cercanos aunque en distintas provincias. Pero en Carnota, varios kilómetros al norte, incluso se supera esa insolación, al llegar a las 9,1 horas con incidencia directa del sol.

Con quien no aguanta el tirón el oeste coruñés es con la esquina sur de Pontevedra: Baiona y A Guarda suman más exposición solar que ninguna otra comarca gallega, por no hablar de las temperaturas máximas que lidera el interior ourensano. Porque con el termómetro en la mano las tornas cambian. Lira, el top uno coruñés en insolación, consiguió una media de temperaturas de 20 grados, incluso algo menos (20,1) del registro medio alcanzado en agosto en la Torre de Hércules. Destacan por arriba Boiro (21,9 de media) y la estación de Pazo de Galegos (21,2), en Vedra, el microclima más cálido en el entorno de Santiago.


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