El picudo ya noquea a las palmeras en los cementerios de Narón: «Eran tan bonitas»
Narón
En el camposanto de Santa Rita de Xuvia los dos ejemplares han sido atacados por este insecto originario del Asia tropical: «Poden non ter remedio»
30 May 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Símbolo del glorioso pasado indiano de Galicia, las palmeras coronan los cielos de Ferrolterra desde el siglo XIX. En esa época, cruzaron el Atlántico para ser plantadas por los emigrantes retornados que hicieron las Américas. Pero en los últimos tiempos, empiezan a fenecer por la acción del picudo rojo. Así ocurre en cementerios de Narón como el de Santa Rita de Xuvia. El camposanto se creó en 1959 y ya entonces se plantaron dos palmeras, que ahora pueden superar los 20 metros de altura. «Eran tan bonitas e agora están en perigo, poden non ter remedio», se lamenta Marcial Puente, presidente de la comisión de este cementerio.
El coleóptero picudo rojo, o Rhynchophorus ferrugineus, desembarcó en España en 1993 con origen desde Arabia Saudí. Y en el sur fue especialmente voraz con los ejércitos de palmeras, extendidos a través de la cultura musulmana del agua (aunque hay semillas de dátiles fosilizadas desde 2.800 A.C.). El ataque en Galicia se inició en Gondomar en 2013, para seguir avanzando hacia el norte. Y la incidencia en Ferrolterra de la plaga es muy preocupante en los últimos meses.
En zonas municipales, hay 35
Según informa el Concello, en Narón hay 35 palmeras en espacios municipales y tres están afectadas por el picudo. «Aplícanse distintos tratamentos segundo a fase de afectación, pero non hai risco de rotura do exemplar», dicen fuentes municipales.
Fuera de ese ámbito municipal se encuentran otras palmeras como las localizadas en el cementerio de Santa Rita, a las que se aplican terapias como la cirugía vegetal. «Son bastante grandes, nunha non se nota moito a simple vista a acción do picudo pero outra xa está sen a parte de arriba (quedou sen pólas)», indica Marcial Puente, al frente de la comisión que lleva el mantenimiento del camposanto. En la verja de la entrada se ha colocado un cartel que lanza el siguiente aviso: «No colocarse debajo de las palmeras, para evitar posibles accidentes. Estas palmeras están atacadas por el picudo rojo y esto provoca la caída de trozos de ramas».
Para acceder al recinto, abierto desde las 09.00 hasta las 21.00 horas, los vecinos solo tienen que pulsar un timbre. Uno de los ejemplares llama especialmente la atención por su tamaño y por encontrarse en medio del cementerio. Según indican los vecinos, «ya cuesta más el mantenimiento de las palmeras que el cuidado del resto del recinto durante todo el año, se ha tenido que montar un gran andamiaje para cortar algunas de las ramas que corrían peligro de caer incluso sobre los niños».
Como destaca Marcial Puente, «eran palmeiras moi boas que agora teñen o picudo, son da época de cando se fixo o cemiterio; hai tres anos foron podadas, os técnicos miraron dentro e viron que xa estaba o picudo». Este insecto mastica la planta creando agujeros y dejando huevos en el interior, esas larvas en el futuro se convertirán en nuevos y hambrientos picudos. En el cementerio de Xuvia, la poda de los dos ejemplares cuesta unos 1.300 euros: «Son moi guapas pero temos medo a que isto non teña remedio, non sei se o tratamento fará algo». Recuerda que «ao igual que no porto de Ferrol o ataque empeza pola parte de arriba das árbores». Los picudos las comen de las raíces a las puntas, con especial frenesí por las palmeras canarias, datileras y aceiteras.
Narón también tiene palmeras en el paseo marítimo de Xuvia, ante la Casa da Cultura en O Alto, o en espacios privados como el Pazo Libunca. «Todo dá moita pena, porque estaban bonitas e tratadas», concluye Marcial.