Navidad en la casa de los Carpente Rico: «Recibimos hasta mensajes para preguntar si se puede ver la decoración»

Desde que empezó diciembre, los coches pasan por O Puntal y reducen la velocidad para comprobar si Diego y Mónica ya han decorado su casa. Las excursiones de vecinos y visitantes de otras zonas convierten el encendido de la casa en un acto casi institucional. Los Carpente Rico, la famosa familia de Neda que convierte su casa cada Navidad en un lugar de peregrinación, encendió las luces esta tarde. Seguirán animando el vecindario de O Puntal hasta después de Reyes, como cada año.

Más de una década de alumbrado navideño

En 2011, cuando se casaron, Diego Carpente y Mónica Rico empezaron a llenar su casa de adornos navideños. Desde entonces, instauraron la tradición y se han convertido en un auténtico referente comarcal y provincial. El matrimonio, junto con su hija Omaira, colabora en la decoración y la instalación de las luces: «Lo hacemos entre los tres, pero Mónica es quien tiene las ideas y pinta a mano los adornos». A excepción de las luces, el resto es de fabricación propia. «Yo hago los trabajos manuales de colocación e instalación», explica Diego. Procuran usar materiales reciclados en la medida de lo posible, emplean palés y otros útiles ornamentales.

Las novedades de este año

A estas alturas, normalmente ya estaría el alumbrado completo colocado en la casa, pero este año fue muy trabajoso: ahora él es autónomo y no contaron con el puente de diciembre para dedicarse a instalar y decorar. «Antes tenía libre y de un día para otro podíamos montar casi todo. Al final, cansa mucho. Ayer me puse por la mañana y cuando paré era la una de la madrugada», explica.

Pero la ilusión la siguen manteniendo intacta y a la familia le encanta ver cómo sigue parándose la gente a observar su hogar. Incluso los vecinos se reúnen para cantar villancicos. Diego es modesto y no lo sabe, pero es posible que esté marcando una nueva tendencia en el lugar: «Por aquí nos quieren mucho, nos vienen a ver siempre», afirma.

Después de una semana ultimando los preparativos, la casa estará tan navideña como siempre: lleva el pesebre, los regalos, el clásico alumbrado por todo el exterior, las decoraciones en los cristales y los marcos de las ventanas, los muñecos de nieve, varios elfos... Diego cuenta: «Ya recibimos hasta mensajes para preguntar si podían pasar por aquí hoy para ver la decoración. Este año añadimos una noria y un tren, que además a la gente le encanta».