La Voz de Galicia

Un año de la riada de Neda: «Non é como Valencia, pero hai medo»

Neda

patricia hermida neda / la voz
Así quedó hace un año la casa de Jorge López en Neda

El desbordamiento del Basteiro dejó a unos 80 afectados

08 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.

«Llegó un tsunami y lo perdimos todo». Hace un año, Jorge López expresaba la desesperación de los vecinos de Neda cuando el desbordamiento del río Basteiro se llevó por delante el interior de decenas de casas. Se perdieron electrodomésticos, muebles, colchones e incluso animales. Algunas personas salvaron la vida de milagro gracias a la acción de los Bomberos de Ferrol y a la ayuda entre los propios vecinos. Ocurrió en la madrugada del 13 al 14 de noviembre de 2023. Y un año después, esa desesperación continúa: «Non queremos compararnos con Valencia, pero temos moito medo».

Los cerca de 80 afectados todavía celebraron la pasada semana una reunión y aguardan una respuesta de Augas de Galicia, para iniciar en breve las obras que reduzcan los riesgos de inundación en los ríos Belelle y Basteiro. «Estamos moi enfadados porque seguimos sen solucións, sobre todo por parte do Concello de Neda que fai caso omiso aos veciños; sorpréndenos que o Concello pida axuda para Valencia cando con nós non foi colaborativo, é aberrante», indica Jorge López.

Imposible dejar de mirar a las terribles riadas que han asolado estos días el Levante, con tantas pérdidas humanas. «Nós axudamos a través de diversas asociacións enviando produtos de primeira necesidade, porque sabemos o que é, non nos queremos comparar pero sabemos o que é pasar medo».

En caso de que no lleguen soluciones inmediatas de las administraciones, hartos de hacer rondas por los ríos cada vez que llueve, los vecinos no descartan tomar medidas alternativas de protesta. «O de Valencia foi unha catástrofe, o noso non é similar porque non houbo mortes pero as inundacións chegaron a moitos metros de altura, non perdimos vidas humanas grazas aos bombeiros e a que os veciños salváronse uns a outros».

 

Desperfectos que quedaron

Un año después de aquellos hechos, las casas siguen con paredes con humedad al 90 %, sin poder pintar, con muebles destrozados y grietas. «Se chove, volveremos a ter problemas outra vez», se lamentan.

Para gestionar las inundaciones, el Concello de Neda presentó una serie de propuestas como la construcción de un dique longitudinal ancho. Elevaría 90 centímetros el borde del río a lo largo del canal que alimenta los molinos del Carballo y de Moncho, y también entre estos molinos y el Belelle.

También se propone desde el Concello la eliminación de las presas existentes, «para favorecer a eliminación de retencións no río Belelle e as derivacións hacia o río Basteiro».


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