Reabre El Ciclón, en Ortigueira: «Conserva la esencia, música, charla, café, copas, pinchos...»
Ortigueira
Fundado en 1947, cerró en enero de 2019 y ahora regresa con afán de continuidad
24 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Seis años después del cierre, en enero de 2019, El Ciclón, un local mítico de Ortigueira, fundado en 1947, ha iniciado una nueva etapa. La sociedad Hostelería Michila se ha hecho cargo del local, que reabrió el viernes. «Inicialmente era unha pequena tenda que servía alimentos e bebidas, e estaba a cargo de María Bouza, coñecida como María do Baleo, polo lugar de procedencia [en la parroquia de Ladrido], unha señora que recorría tamén as feiras da comarca vendendo queixos e outros produtos», recordaba el farmacéutico y vicepresidente de la Asociación Cultural Terras do Ortegal, Xosé María Torres, justo antes de que Gregorio Iglesias clausurara el negocio.
Aquella pequeña tienda se transformó, en los años 70, en una cafetería «moderna», como explicaba Torres. Iglesias se incorporó de adolescente. «Tería 13 ou 14 anos, fillo dun dos empregados do antigo Feve ou das empresas que construíron a vía do tren, procedente dun pequeno pobo de Valladolid, en Terra de Campos, o límite con Zamora», agregaba. Aquel joven acabó a cargo del establecimiento, cuando los propietarios se hicieron mayores, y después de 45 años detrás de la barra, se despidió de sus clientes, que reaccionaron con pesar y morriña.
Ahora, tras algún intento fallido de resucitarlo, El Ciclón ha vuelto a abrir sus puertas con el propósito de tener continuidad. «Se abrió durante el Festival [de Ortigueira], pero se vio que no cumplía los requisitos para funcionar a diario, y ha habido que reformarlo del todo para que vuelva a ser lo que era», explica el administrador de la sociedad que lo gestiona, que prefiere no identificarse. «Escuchar música, charlar, tomarse un café, una copa o un pincho... esa era la esencia de esta cafetería», resume.
Pintado de blanco, ha ganado luminosidad y parece más amplio. La barra, recién barnizada, es la misma, igual que la decoración de la pared, que también ha sido renovada. «Aún faltan mesas, porque vienen de Sevilla, ya que aquí no las encontrábamos», señala el responsable. La plantilla, formada por dos personas, se reforzará durante el verano, «aunque resulta complicadísimo encontrar gente», corrobora.
Todavía no han decidido el horario, a la espera de que pase la Navidad, que «servirá de prueba para el resto del año». En la inauguración, «con un ambiente fenomenal, hubo más gente de la esperada», aunque la expectación era máxima. «En Ortigueira siempre ha habido dos bares de referencia, el Galaripos y El Ciclón [situados uno frente al otro], cuantos más locales hay mejor funciona, ojalá abrieran muchos, es la manera de que la gente no se mueva de aquí», comenta el administrador, ilusionado con el regreso de El Ciclón.