Marcos, el bañista rescatado de Valdoviño: «Solo quiero darle un abrazo a Andrés porque es un héroe y me salvó la vida»
Valdoviño
Se trata de un ferrolano residente en Madrid: «Estuve a punto de rendirme en las olas y dejarme ir hasta que apareció mi ángel de la guarda»
24 Aug 2023. Actualizado a las 20:00 h.
Marcos P.D. se emociona al recordar cómo el domingo estuvo a punto de morir, entre las olas de la playa de A Frouxeira (Valdoviño). «En mi vida tuve algún accidente grave pero nunca vi la muerte tan de cerca como ese día, y si estoy vivo es gracias a Andrés», dice por teléfono al borde de las lágrimas. Este ferrolano de 48 años vive en Madrid desde hace mucho tiempo y solo quiere conocer al que llama «mi ángel de la guarda», Andrés Fernández de Lera de 17 años. Asegura que él «solo quiero ver a Andrés y darle un abrazo porque es un héroe y me salvó la vida, no fueron los socorristas como ellos decían».
Con la historia de Marcos, que quiere preservar su identidad y ya se encuentra en Madrid, se cierra el círculo sobre lo ocurrido el pasado domingo en el arenal de Valdoviño. Él fue rescatado de las olas ante la Pena Percebelleira por Andrés: «Si no aparece él me muero, tuvo una gran valentía al sujetarme cuando yo peso 85 kilos». Insiste en que «Andrés fue un valiente y un héroe, debería dedicarse a ser jefe de socorristas». Relata que estaba bañándose con su hermano con bandera amarilla «cuando sin hacer imprudencia alguna vino una ola y me arrastró muy lejos, le dije a mi hermano Rubén que no hacía pie y me quedé atrapado en una corriente, no conseguía salir debido a un remolino». Él siempre se bañó en Valdoviño, «me fui de Ferrol con diez años y volvía de vez en cuando por allí, pero hacía diez años que no iba y casi me quedo muerto en el sitio».
Tras un rato luchando contra las olas, «estaba casi por rendirme y dejarme ir, hasta que apareció mi ángel de la guarda». Incluso pensó que se trataba de un socorrista, «pero era un chaval, los socorristas tardaron mucho en llegar y tuvimos miedo a ahogarnos». Andrés le dio toda la paz del mundo para que Carlos se tranquilizase: «Me preguntó cuántos hijos tengo, la edad y le dije que dos chicos, de doce y de quince años, me tranquilizó y me dijo que los volvería a ver». Según el rescatado, Andrés «hizo una gran labor psicológica y estoy aquí de milagro porque pensaba que me moría, me emociono bastante porque tuve un pie y medio en la muerte».
Ahora Marcos se encuentra con revisiones médicas por agua en los pulmones, pero ya la noche del domingo salió del hospital Arquitecto Marcide: «Lo peor fue la hipotermia porque pensaba que me congelaba, ahora acabo de bañarme en la piscina de mi urbanización pero cuando lo recuerdo tiemblo». Andrés también reside en Madrid (sus padres son ferrolanos pero viven allí por motivos de trabajo). Así que ese ansiado abrazo ya está al caer.