La Voz de Galicia

Instalan en la AP-53 señales de peligro por animales sueltos

Firmas

O. P. ARCA LALÍN / LA VOZ
Vista de las señales instaladas en la AP-53, poco después de la entrada de Lalín Centro hacia Ourense.

El vial registró accidentes por jabalíes y perros, uno de ellos mortal

27 Sep 2012. Actualizado a las 07:00 h.

Después de registrar varios accidentes por la presencia de animales sueltos en medio de la calzada, la autopista AP-53 ve la proliferación estos días de señales de peligro por animales sueltos situadas unos metros después de algunas incorporaciones al vial de peaje. Usuarios de la autopista que une Lalín con Santiago de Compostela mostraban ayer su extrañeza ante la instalación de esta señalización, en una vía de alta capacidad que por su propia definición no tiene cabida para animales en su trazado. Y es que recuerdan que la velocidad máxima autorizada es de 120 kilómetros por hora, por lo que consideran difícil de admitir que se pueda instalar una señalización de advertencia por la posibilidad de que haya animales sueltos: «¿Qué sentido teñen estas sinais? Porque están as sinais de perigo, pero non hai ningunha limitación de velocidade. ¿Que facemos: imos a 120, pero advertidos de que podemos levar por diante un animal solto?».

Algún conductor indicaba que lo que no puede haber en el trazado de la autopista son animales, como perros o jabalíes, y la situación no se puede saldar con una instalación de señales: «En una autopista por la que se paga un peaje para circular no es de recibo esto», apuntó un usuario.

Hay señales ya en el kilómetro 15, en sentido Lalín, donde se advierte de la presencia de animales sueltos, en los siguientes diez kilómetros; también después de la incorporación de Lalín Centro, en sentido Ourense, se instaló otra señal de peligro, para los siguientes 3,5 kilómetros. En sentido Santiago, también hay señales al pasar Dozón y después del acceso de Ponte Ulla.

Una víctima mortal

La instalación de estas señales llega algo más de tres meses después del siniestro mortal que se produjo en el mes de junio a causa de unos perros, en el que falleció un niño de Dozón. Entonces, el propio alcalde de Lalín había anunciado su intención de dirigirse a Fomento y concesionaria Acega para analizar las causas por las que entran animales a la autopista y la adopción de las medidas oportunas para evitar estos incidentes. En solo quince días, hace nueve meses, trascendieron hasta tres: el 20 de diciembre, cerca del peaje de Silleda el coche oficial de Agustín Hernández chocaba contra un jabalí; el 5 de enero, otro conductor atropellaba a otro jabalí; y el 6 de enero, un conductor daba aviso de un perro en el vial. A partir de ahora, no podrán decir que no estaban advertidos.


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