«La elegancia la pone la mujer»

Elio Berhanyer (Córdoba, 1929) no tiene pelos en la lengua. Si acaso agujas... Uno de los grandes que ha dado la moda española quedó ayer impresionado por los diseños que los alumnos de la escuela de moda de Pontevedra Esdemga presentaron sobre la pasarela Debut y que valoró como presidente del jurado.

-¿Qué opina del Debut de estos alumnos?

-Estoy asombrado, he visto cosas hermosas. Son cosas ya de pasarela, que tenían que estar en un museo. Llevo muchos años viendo colecciones de chicos nuevos, presido jurados en muchos sitios y creo que una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida ha sido hoy. Hay maravillas.

-Este año, cuando todo el mundo pensaba que ya estaba retirado, volvió a Cibeles.

-Bueno, Cibeles ha sido un gran fracaso. No conseguimos que vengan compradores de ningún país y la moda que se hace en España no se conoce más que en España. No vienen ni siquiera revistas o fotógrafos de otros países. Coge el Telva, el 90 % de las páginas están dedicadas a la costura francesa o italiana. En España pensamos que lo mejor es lo de fuera. Me acuerdo que en los años 60 y 70, cuando estaba Balenciaga y teníamos la alta costura, venía Harper?s Bazaar, Vogue... El prêt à porter español hoy no se conoce en el mundo y tampoco hay un esfuerzo del Gobierno por sacarlo fuera. Y ya no existe la moda de alta costura, que es lo que nos daría el prestigio otra vez. Pero el Gobierno español jamás ha apoyado la moda. Por eso cuando vengo a un sitio como este y veo que están haciendo cosas maravillosas y que no se van a dar a conocer fuera, hiervo en furia.

-No es un buen momento para empezar...

-Yo no echo la culpa de los problemas de la costura en España a la crisis. Ya existían. Mira, la segunda entrada de divisas en Italia la produce la moda. En la alta costura española nos pusieron un impuesto en 1974 y en el 78 tuvimos que cerrar, porque teníamos que pagar a Hacienda el 60 % del bruto a la venta. Ese mismo año, el Gobierno italiano le quitó los impuestos a la moda para que pudieran salir con mejores precios. Entonces, el Gobierno español nunca se ha dado cuenta de que la moda produce mucha riqueza, si se la cuida. Ahí tenemos Zara.

-¿Cuál es la más elegante?

-Siempre digo que la elegancia no depende de nosotros, la pone la mujer. Hay mujeres elegantes que no son conocidas, y mujeres conocidas que pasan por elegantes y no lo son. La condesa de Romanones ha sido clienta mía y sigue siendo una mujer muy elegante. Luego, hay una mujer que picotea, un traje de este diseñador, otro de otro, y termina no teniendo personalidad. Una mujer debe decidir qué diseñador le gusta y le va a su estilo y vestirse siempre en él. Eso es lo que está haciendo la princesa de Asturias, y lo está haciendo maravillosamente.

-También vistió a la reina.

-Ha sido mi clienta más importante, la vestí desde que llegó de Grecia hasta que cerré la alta costura. Fui de aquella época el único que se quedó con el prêt à porter.

-Y a Ava Gardner.

-Aparte de ser clienta fue amiga mía. Íbamos a Zambra a ver flamenco. Una vez me pidió que le hiciera una gola para el cuello de una camisa blanca y le dije que no podía, porque con aquella cara tan hermosa no podía poner nada que llamase la atención.

-¿Volverá la alta costura?

-¿Por qué no? ¡Si sigue existiendo en Francia, Italia y Nueva York! A mis compañeros les digo que convenzan a Cibeles para meter algo de alta costura en las colecciones. Pero no quieren. Alguno ha dicho que es para marquesonas.

-¿Qué hace ahora?

-Aunque no estoy en colecciones, alejarme de la moda no puedo. El primer diseñador en la historia de España es Zurbarán. Y he elegido a once diseñadores de Cibeles y ocho alumnos que están haciendo versiones nuevas de los trajes de santas de sus cuadros. Yo hago dos. Y se expondrán los cuadros y los trajes en abril en Sevilla y posiblemente en Galicia.