Ocho empresas de la zona deben emitir menos CO2

Las empresas de la zona que están sujetas al plan nacional de asignación de derechos de emisión de CO2 llevan varios años a la baja en la liberación a la atmósfera de dióxido de carbono.

Influyen muchos factores: desde la parada durante una buena temporada de la térmica de Meirama, en Cerceda, que tiene concedidos más de 1,5 millones de toneladas al año de CO2, hasta el menor rendimiento por la baja de la actividad comercial, los precios cambiantes de la energía y, sobre todo, las limitaciones que impone la normativa derivada del protocolo de Kioto. Por una razón o por otra, la realidad es que los cielos de la zona quedan más limpios.

La Oficina Española de Cambio Climático publicó las nuevas asignaciones para el período 2013-2020, que reducen aún más los cupos habituales. Los excesos hay que adquirirlos en el mercado de derechos de emisión. Estos datos aún son provisionales, y están pendientes los recursos interpuestos por numerosas empresas para lograr más cuota. Las que trabajan con fuel o carbón han sido de las más perjudicadas. Además, aún no se han publicado los análisis de la diferencia entre los permitido y lo emitido el año pasado. A la espera de que conocer lo asignado para Meirama, en el resto el descenso es notorio. Unemsa, en Erbecedo-Coristanco, por ejemplo, pasa de casi 70.000 toneladas a unas 35.000. La empresa se preparó para este recorte el año pasado y ahora trabaja mucho con gas, de ahí que pueda mantener la producción. La caída de Energyworks (al lado de Calvo) es más notable: de 40.000 a 5.500 toneladas, aunque su actividad ya es baja. En el resto oscilan entre mil y tres mil menos.