«Aunque muchos no lo vean, en mis canciones hay mucho humor»
Firmas
El cantante vasco presentará el sábado en La Casa de Arriba, en formato acústico, las canciones de su disco «Diarios»
23 May 2013. Actualizado a las 06:00 h.
Deslumbró con el álbum 1971 y ahora regresa, todavía más Brel, Cohen y Brassens, con el disco Diarios. El cantautor Rafael Berrio estará el sábado, en La Casa de Arriba (21.00 horas), en formato acústico.
-¿Qué fue primero, la poesía o la melodía?
-Me paso horas y horas componiendo melodías. Es verdad, que hago primero la letra y luego les pongo música, pero me interesan por igual ambas. Me considero un compositor en toda regla, con la música y la letra y que una trabaje para la otra. No me vale cualquier música.
-Aglutina influencias muy variadas. ¿Qué le interesa?
-Soy un cantautor que proviene del rock, mis fuentes son The Velvet Underground y todo aquello que escuchábamos a final de los años setenta. Mis influencias son anglosajonas pero también la música francesa. Así que junto con Lou Reed o Dylan también están Brassens, Jacques Brel o la Piaf.
-Sus canciones recuerdan las fotografías de García Alix, son muy crudas y muy reales.
-Me gusta hacer canciones intensas y muy expuestas. Me gusta escribir de una manera muy directa y clara, muy legible, no me gusta emplear imágenes ni metáforas y eso hace que me exponga mucho, pero no quiere decir que sean autobiográficas; no hay que confundir el personaje con el autor. Sí son intensas y a veces da pereza ponerte a escucharlas.
-¿En qué momento decidió quemar sus naves?
-Los planes de fuga es un tema recurrente en mí, de hecho, es un disco que se llama así. Es un tema que da para escribir mucho, esos planes que todos tenemos en la cabeza para dejarlo todo, ese admirable modo de acabar con todo. Personalmente, en más de una ocasión he quemado las naves.
-Un músico de sus características tampoco pega mucho, hoy en día, en Warner. ¿Cómo llegó?
-Grabé mi primer disco oficial a principios de los noventa, se interesó por mí Alfonso Pérez y salió con Warner. No nos dieron una segunda oportunidad y los otros discos los grabé como pude. Cuando grabé 1971 recurrí a mi amigo Alfonso y apostó nuevamente por mí. De todos modos, estos dos discos son autoproducciones licenciadas por Warner; ellos solo fabrican y distribuyen.
-¿Con quién ha trabajado esos vídeos tan singulares?
-He contado siempre con Thomas Canet, el sucesor de García Alix, un fotógrafo madrileño con un talento enorme. También he contado con el productor francés Jean Condé, que tiene mucho talento. Sí hemos hecho vídeos con cuatro duros que son un poco diferentes. Han salido un poco especiales porque hice lo que me dio la gana.
-¿Es usted nihilista?
-Sí, ya lo creo (se ríe), en mis canciones sí hay nihilismo. Me gusta el punto existencialista, quizá por mi gusto por lo francés. Pues sí, hay un nihilismo, un existencialismo trufado de mucho humor, aunque igual se le escapa a mucha gente. A veces me dice alguna gente que mis canciones les dejan deprimido, pero yo no lo comprendo porque están llenas de humor.
-Quizá no todos manejemos las mismas claves.
-Mucha gente ha perdido el sentido de la ironía, aunque puede que yo no sepa transmitirlo bien. Muchas de mis canciones, si realmente fueran nihilismo puro y duro, serían insoportables, así que hay que trufarlo con cierto humor e ironía. Me gusta tomar distancia tanto literario a través del personaje, como con las mismas melodías. También con la manera de interpretar la canción, la impavidez con que me gusta interpretar.
rafael berrio músico