El evitable adiós al legado de Álvaro Gil y al castro de Coeses
Firmas
16 Jun 2013. Actualizado a las 07:00 h.
Lugo dice adiós a otro Arde Lucus y hay en la ciudad un aire generalizado de despedida. Parece que, así como se fueron hechas humo las pallozas del recinto de Fornos, puede irse a otro parte el legado de Álvaro Gil, desaparecer el yacimiento arqueológico de Coeses y esfumarse las posibilidades de que el AVE llegue a Lugo. También hay quien prevé adioses en la política local allá para septiembre, quizá para octubre. Y así y más. Por ejemplo, son muchos los vecinos de A Residencia que, de tú a tú, reconocen haberse despedido ya de las posibilidades de ver cumplidas las promesas para el antiguo Hospital Xeral. Lugo, sí, dice adiós al Arde Lucus y prepara los pañuelos para las otras despedidas.
Si llega el momento en el que el Museo Provincial tenga que decir adiós al legado de Álvaro Gil, incluido el torques de Burela, el gobierno provincial presidido por José Ramón Gómez Besteiro tendrá más de un motivo para pedir disculpas a los lucenses. Una petición a la que deberá hacer coro su antecesor en el cargo, el popular, Francisco Cacharro Pardo, bajo cuyo mandato comenzó el conflicto con la familia de Álvaro Gil. ¿Que no fue la Diputación la que dio pie al contencioso? Lo mismo da. Corresponde a los gestores públicos resolver con eficiencia a favor del interés general los conflictos entre lo público y lo privado. Porque, como recuerda un día sí y otro también el alcalde Orozco, están en el cargo porque quieren; cobran por defender el interés público. Aunque a Besteiro el socialismo de Tierno le queda lejos, no le conviene olvidar el aviso del Viejo Profesor: «El triunfo político es la suma del sentido común y la capacidad de liderazgo». Este es uno de esos casos en los que el aspirante a secretario general del PSdeG puede dar la talla. O no. Cuestión de sentido común y de liderazgo. Justo lo que no han demostrado hasta el momento los responsables del Ministerio de Fomento en lo que se refiere a la autovía de Santiago y al castro de Coeses.
A la ministra Ana Pastor, que seguramente conoce las reflexiones que acerca del patrimonio histórico recogió Fraga en Final en Fisterra, le compete evitar la desfeita de este notabilísimo pedazo de la historia de Galicia. Si quienes hicieron los informes arqueológicos previos al diseño del trazado hubieran conocido el terreno, no hubiera existido el problema; quizá están especializados en el mapa arqueológico de Cuenca. Ahora, Fomento va por el tercer intento de trazado en Coeses y nada ha resuelto. Si sigue así, Galicia, España entera, habrá de despedirse de un yacimiento arqueológico de alto valor. Allá donde esté, el espíritu del león de Vilalba rugirá de indignación. Y el papelón de Raquel Arias, Barreiro, Castiñeira y otros será notable.
De la ministra Pastor espera respuestas el alcalde de Lugo acerca de los planes de Fomento sobre la llegada del AVE a su ciudad. Si es que está previsto que el AVE pase por Lugo. Si es como lo cuenta Orozco, hay un punto de inelegancia institucional en la falta de respuesta de la ministra a la carta que le envió. Tal vez se perdió el papel. O quizá es un modo de jugar con el tiempo como cuenta Indro Montanelli que jugaba Franco: « (...) estaba convencido de que el tiempo perdido es tiempo ganado». Que es, o así parece, la estrategia de Pachi Vázquez para tratar de agotar en una carrera de meta cambiante (siempre más lejos) al aspirante lucense a la secretaría general del PSdeG, Gómez Besteiro. No es a él a quien se refieren los que en las barras de los bares auguran que allá por septiembre dirá adiós al cargo, o al menos empezará a agitar el pañuelo de la despedida. Son cosas que a veces se dicen solo por no estar callado. Pero se dicen, aunque el cronista no sepa bien por qué, mirando a la Praza Maior. Quizá todo se debe a que acaba otro Arde Lucus y a ese cierto aire de despedida que deja en la ciudad.
A Ponte.
Orozco ofrece obras por 150.000 euros a cambio de peatonalizar el puente romano rehabilitado.