La Voz de Galicia

El agua de Bóveda no es potable

Firmas

CARLOS CORTÉS MONFORTE / LA VOZ

Sanidade detecta exceso de hierro y manganeso. Se ignora el origen de la contaminación

25 Sep 2013. Actualizado a las 07:00 h.

El agua de la traída municipal de Bóveda no es potable. Lo dicen los resultados de los últimos análisis efectuados por Sanidade, que detectan niveles de hierro y manganeso por encima de los permitidos para consumo humano. Personal municipal pegó ayer bandos en Bóveda, Rubián y el resto de los núcleos de población conectados a la red pública en los que piden a los vecinos que se abstengan de consumir agua del grifo. No se sabe aún cuál es el origen de esta contaminación.

La alarma la dio ayer la Consellería de Sanidade a través del Ayuntamiento. Responsables de este departamento de la Xunta avisaron por la mañana al alcalde, José María Arias, de que los últimos análisis revelaban que el agua no es potable porque presenta una concentración excesiva de estos dos minerales. Es el primer positivo por contaminación que da el agua de Bóveda desde que empezó, en la primavera del 2011, el problema de las cianobacterias en el embalse de Vilasouto.

Dos años y medio

Durante estos casi dos años y medio, el Ayuntamiento y Sanidade no han dejado de hacer análisis prácticamente en ningún momento. Incluso en los momentos en los que la capa superficial de cianobacterias era más visible en el embalse, los resultados de estos muestreos siempre fueron tranquilizadores. La razón que aducían los técnicos era que el punto de captación de agua para la traída de Bóveda en Vilasouto estaba varias decenas de metros por debajo de la superficie, mientras que la suciedad se acumulaba arriba. Por eso, siempre hasta ahora la contaminación del embalse había resultado más problemática para las parroquias ribereñas del vecino municipio de O Incio, cuyas traídas tienen tomas de aguas más superficiales.

Sin embargo, a principios de este verano el agua empezó a llegar a los grifos con mal aspecto. Salía con una fuerte coloración marrón y olía de forma desagradable. Los análisis seguían dándola por potable, pero muchos vecinos dejaron de utilizarla para consumo. En las últimas semanas, operarios municipales vaciaron y limpiaron el depósito de la red para ver si así se acababa el problema, pero fue inútil. En todo caso, los análisis de composición seguían dando que el agua era potable. Daban niveles altos de hierro y manganeso, cerca del límite máximo, pero por debajo. Hasta ahora.

No está claro cuál es la causa de esta contaminación. «Pode ser polo calor -explicaba el alcalde ayer por la tarde-, ou porque a capa superficial de cianobacterias caeu ao fondo, non o sabemos». Especialistas del Ministerio de medio Ambiente enviados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil recorrieron el embalse hace unos días tomando muestras para ver qué está ocurriendo con el agua.

Una solución urgente

El alcalde se reunirá hoy con técnicos de la empresa Aquagest y de la Xunta para estudiar si hay alguna solución rápida. En todo caso, en principio se mantiene de forma indefinida la recomendación de no beber ni utilizar el agua para cocinar. Además de los bandos colocados en diferentes puntos del municipio, el Ayuntamiento envió ayer cartas informativas a todas las casas conectadas a la traída.


Comentar