La Voz de Galicia

«Al saber que mi hijo tenía autismo pensé en Rain Man, y no es así»

Firmas

lucía rey lugo / la voz presidenta de capaces lugo

La nueva asociación ha creado una escuela de familias y otra de ocio

24 Nov 2013. Actualizado a las 07:00 h.

Con algo más de año y medio, Víctor miraba pocas veces a los ojos, no atendía cuando lo llamaban por su nombre y si quería un juguete agarraba la mano de su madre para ir hasta él. Estas señales encendieron la luz de alarma de Ángeles Fernández y de su marido. Tres años después, la mujer preside Capaces Lugo, la nueva asociación -la otra es Raiolas- de apoyo a personas con trastornos del espectro autista (TEA) y de la comunicación, y a sus familias. «No vamos a competir con ninguna otra asociación, solo queremos completar lo que nos parece que hace falta en Lugo», aclara.

-¿Con qué meta surge Capaces?

-Cuando me dieron el diagnóstico de mi hijo, al saber que tenía autismo, en lo primero que pensé fue en Rain Man [el hombre con autismo al que interpreta Dustin Hoffman en la película del mismo nombre, y que vive recluido en un centro], pero no es así. Claro que tienen muchas limitaciones, pero también muchas capacidades. Queremos dar una visión realista, pero también positiva porque, como cualquier otro padre, nosotros estamos orgullos de nuestros hijos. El nombre de la asociación ya refleja lo que queremos mostrar de ellos.

-¿Qué terapias ofrecen?

-No tenemos personal contratado, pero sí tres psicólogos, un terapeuta ocupacional, un logopeda y una músico terapeuta que son autónomos y trabajan con nuestros hijos a domicilio, de forma individualizada porque cada niño tiene un perfil distinto. Son colaboradores que hacen precio a los socios de Capaces. Cada familia paga lo suyo. Además vimos la necesidad de crear una escuela de familias y talleres de formación para padres, profesores... También una de ocio. Estamos integrados en la Federación Autismo Galicia.

-¿Cómo se detecta el autismo?

-A partir del año y medio. Son niños que no clavan la mirada o tienen miradas fugaces, no atienden por su nombre. Parecen sordos, pero no lo son. Tampoco comparten intereses, juegan siempre solos y a juegos muy repetitivos, sin mucha imaginación. Algunos alinean objetos, otros pueden pasarse horas mirando cómo da vueltas la lavadora, otros dibujando... No se puede generalizar.

-¿A qué afecta?

-A tres áreas, la de la comunicación, la de socialización y la de la imaginación. Lo primero es trabajar la comunicación, porque una vez que consiguen comunicarse y entender lo que les rodea, lo demás es sencillo. No entienden las normas sociales y hay que enseñarles. Suelen tener rabietas y autolesionarse o lesionar, pero por su falta de comunicación, no porque sean agresivos. Ese es otro mito. Si a ti te ponen en China y no conoces el lugar ni el idioma, estás solo y no te puedes comunicar, tienes hambre o sed y no lo puedes decir, llega un momento en que te das cabezazos contra una pared. Pues con ellos es igual. Están en este mundo, pero no entienden lo que hay, por eso hay que enseñarlos a comunicarse, hay que guiarlos.

-¿Cómo se canalizan sus capacidades?

-A unos les gustan los coches, a otros la papiroflexia, a otros la música... Se trata de que a través de sus intereses restringidos puedan aprender a conocer lo que les rodea. Sobre todo hace falta trabajo y paciencia.

ángeles fernández presidenta de capaces lugo


Comentar