«Di Stefano nunca fue al mundial»
Firmas
El diplomático, que ha vivido 16 campeonatos, publica «Mis mundiales»
17 Jun 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Lleva más de 40 años, con su inconfundible pajarita, moviéndose en el mundo de la diplomacia. El fútbol es una de las pasiones de Inocencio Fernández Arias (Almería, 1940). Una prueba es su último libro, Mis mundiales. Del gol de Zarra al triunfo de la Roja (Plaza & Janés) que hoy, a las 20.00 horas, presentará en la Fundación Barrié, acompañado del exembajador de España ante el Vaticano Francisco Vázquez y del ex entrenador Arsenio Iglesias. Antes, desde las 18.30 horas, firmará en la librería Arenas.
-¿Por qué escribe un libro sobre los mundiales de fútbol?
-Soy muy aficionado. Pero quien espere solo encontrar una narración sobre los Mundiales de fútbol quedará decepcionado. Hay mucho de ello, pero también anécdotas vividas en mi carrera, consideraciones sobre el fútbol (¿influye este espectáculo en la política?, ¿ganan mucho los jugadores?, ¿ por qué en Estados Unidos no interesa mayormente? etc...), incursiones en el mundo del cine... Hay una descripción de cómo han ido evolucionado los españoles estos años.
-¿Cuántos mundiales lleva?
-He seguido con asiduidad y bastante pasión unos 16. He asistido solo a unos cuantos.
-¿Es una pasión innata o empezó por algún detalle?
-Debe ser innata. Jugué al fútbol desde los 4 o 5 años. Con siete era seguidor del Atlético de Bilbao.
-Pasamos décadas hablando del gol de Zarra, ¿fue para tanto?
-Lo fue. Era el Mundial después de la guerra Mundial, lo marcábamos frente a Inglaterra, la fundadora del fútbol, y lo marcaba un ídolo: Zarra, un jugador que metía goles con la cabeza y con el pie, un tipo noble, valiente y modesto que era un ídolo.
-Y eso que entonces solo se escuchaban los goles, no se veían.
-Nos lo contó, y mi generación lo tiene grabado en la memoria, Matias Prats. Lo oímos por la radio y luego lo narró en el Nodo. Acabó de consagrarlo como el locutor deportivo por excelencia. La televisión aquí no llegaria hasta el campeonato del 62 y no a toda España. Pero sufríamos y disfrutábamos casi igual en la radio, cuando se oía bien.
-Ahora los críos imitan a Ronaldo o Messi, ¿pasaba con Zarra?
-Había mucho apasionamiento con el Atlético de Bilbao. Ahora no se cree, era el equipo mas popular, y con otros jugadores como Puchades, Gaínza o Ramallets. Pero no había televisión, eso limitaba el alcance. A los jugadores solo los veíamos en movimiento en el Nodo, dos minutos, en un noticiario que pasaban en los cines antes de las películas. La tele ha sido una revolución.
-¿Quién fue el mejor jugador?
-Yo pienso que Di Stefano, pero no jugo ningún Mundial, una de las mayores paradojas de la historia. El mejor jugador del siglo XX no estuvo en un Mundial. De los que sí jugaron el mejor es Pelé, espléndido en 1958 y 1970, lo lesionaron en los dos intermedios.
-¿Puede unir el fútbol o es demasiado pasional para ello?
-El futbol puede unir y también desunir. Un partido Dépor-Celta, con un mínimo error arbitral, no une, sino que crea tirrias y animosidades. Piense que hubo cohetes en más de un barrio catalán cuando Holanda nos metía un gol. Esto es desagradable, inaudito, pero no podemos ignorarlo.
-¿Hace falta mucha diplomacia para estar en un palco y no saltar con los goles?
-Hace falta un mínimo de diplomacia, pero no hay que exagerar. Yo encuentro normal que el presidente del Madrid se levantara alborozado cuando su equipo logró el segundo gol en la Champions en Lisboa. Hubiera sido descortés, en mi opinión, si lo hubiera hecho en el palco del Bernabeu, es decir, siendo el anfitrión.
Inocencio F. Arias Escritor