El parque Ofimático o la condena de ser promotor a la fuerza
Firmas
El proyecto de la conflictiva urbanización convirtió a los residentes en empresarios sin la capacidad de abordar los gastos
28 Nov 2014. Actualizado a las 09:59 h.
Iba a ser un complejo de oficinas, de ahí le viene el nombre, pero el Ofimático, transformado por la era del ladrillo que desembocó en la crisis, acabó siendo un parque de viviendas nuevas en el que se ensayaron nuevas fórmulas de promoción inmobiliaria que ha desembocado en un conflicto entre el Ayuntamiento y los vecinos que no quisieron vender sus viviendas y se convirtieron por la fuerza en promotores. Entre ellos la familia desalojada ayer y otras cinco que pueden continuar por el mismo camino.
¿Qué es el Ofimático?
Es una nueva urbanización que contempla la construcción de unos 2.000 pisos entre promotores privados y cooperativas. El proyecto data y toma su nombre de los años noventa, cuando Francisco Vázquez planeaba levantar un complejo de oficinas. Sin embargo, con el paso del tiempo y el auge del ladrillo, los centros de trabajo dieron paso a las viviendas. El proyecto se retrasó durante años hasta que fue adjudicado en el 2011. El PP ha denunciado en múltiples ocasiones que la adjudicación fue firmada por el bipartito PSOE-BNG en la jornada de reflexión de las municipales de ese año. Quizá en esa fecha se firmase el contrato, pero la adjudicación a la empresa Acciona data de la junta de gobierno del 8 de abril del 2011.
¿En qué situación están los residentes de la zona?
Los vecinos que no vendieron sus terrenos se convirtieron en promotores inmobiliarios. El Ofimático fue la primera urbanización de A Coruña en la que se aplicó ese sistema, tal y como destacó la concejala de Urbanismo en el 2006, Mar Barcón, que debía garantizar un reparto más equitativo de los beneficios. Pero la crisis y la caída del precio de la vivienda restaron mucho valor a sus permisos para construir. Además tienen que hacer frente a las cuotas de urbanización y a la obligación de dejar sus casas sin una alternativa inmediata.
¿Cómo es el caso de Isabel López y Álvaro Corral?
Han tenido que dejar su casa de 1925, con sus tierras y un taller que servía de negocio familiar a cambio de 90.000 euros y, según explicó ayer el Ayuntamiento, «el 51,27 % de la parcela Z-08, con una edificabilidad de 1.033,60 metros cuadrados (si la superficie se divide entre 80 y 100 metros cuadrados, se trata de unas 10 o 12 viviendas, según su tamaño)». Los 90.000 euros, que ya les han sido ingresados, tendrá que gastarlos en los próximos años en las cuotas de urbanización, admitieron desde María Pita. En cuanto a la parcela, no parece probable que puedan urbanizarla y su venta les reportará mucho menos que lo calculado por las autoridades hace años. El Ayuntamiento le ha ofrecido un piso municipal en alquiler a él y a su madre, Isabel, de 74 años.
¿Qué dice el gobierno municipal?
Los populares argumentan que están atados por los acuerdos firmados por sus predecesores. El alcalde, Carlos Negreira, responsabilizó al bipartito PSOE-BNG del desalojo de ayer, por no utilizar en el Ofimático «la misma fórmula que empleó para el polígono de Vioño, donde se decidió construir un bloque de viviendas para las familias que tuvieron que dejar sus casas». Desde el gobierno local también se insistió en que se actuó bajo el amparo de una orden judicial y en que, de acuerdo a las decisiones del gobierno anterior, los residentes que siguen en la zona so promotores «con los derechos y deberes que eso conlleva».
¿Qué dice la oposición?
Ayer culpó al unísono al gobierno local del desalojo. EU criticó la «baixa calidade humana» de Negreira por autorizar el desalojo y le calificó de «alcalducho». Xosé Manuel Carril (BNG) criticó que no se hubiesen paralizado las obras para modificar el planeamiento, de forma que se evitase el desalojo, aunque el gobierno local ha insistido en que la casa también está afectada por la ampliación de Alfonso Molina. Por último, el PSOE recordó que en Eirís y Oza se garantizó el realojo de los vecinos y culpó al alcalde de no hacer lo mismo después de paralizar las obras durante seis meses. Ángel Garmendia, candidato en las primarias de ese partido, pidió que se «asuman responsabilidades políticas» y calificó de «desmesurado» el plan del Ofimático.
¿Qué ocurrirá ahora?
En la zona quedan cinco familias afectadas por las obras del Ofimático de las 43 iniciales, tres residen en viviendas que no interfieren con los trabajos por ahora; pero los residentes temen que otras dos sean desalojadas pronto, ya que sus casas están situadas en el área afectada por el viaducto que también motivó el derribo de la casa de Isabel López y Álvaro Corral. Así, es probable que haya nuevos conflictos.
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