La Voz de Galicia

Jota, miembro de Los Planetas: «Somos un grupo muy fiel a nuestro público»

Fugas

Carlos Crespo

Quien esperase concesiones por aquello de que cumplían 25 años no conocía a Los Planetas. Tras siete años de silencio discográfico los granadinos han despachado un álbum denso y profundo en el que, sin perder sus señas de identidad, ahondan en su indagación entre las conexiones del flamenco y el rock, añadiéndole guiños a otras culturas y géneros. Lo defenderán en directo el 1 de julio en el escenario del Atlantic Fest de A Illa de Arousa

23 Jun 2017. Actualizado a las 09:13 h.

Nunca han sido Los Planetas temerosos de las encrucijadas. Y se han enfrentado a unas cuantas. Con habilidad propia de trileros siempre han acabado por encontrar en ellas un camino de en medio tan fascinante como inaudito. Complejo de transitar, por veces, para quienes desde hace un cuarto de siglo les acompañan en devota peregrinación. Los Planetas no son de los que te lo ponen fácil. Pero siempre hay que contar con la gratificación del reencuentro. Y si la comunión llega a darse, se convierte en algo sublime. Y así, ha sido siempre. Y, por lo que se ve después de degustar entre la excitación y cierto estremecimiento su Zona temporalmente autónoma, así va a seguir siendo.

A un par de semanas de que se produzca el estreno en Galicia de este nuevo trabajo, que tendrá lugar en el Atlantic Fest de A Illa de Arousa, Jota (a la izquierda de la imagen) nos desvela como asumen su puesta en escena.

-¿Cómo se comporta en formato de festivales este disco, tan de emociones y sensaciones?

-Bueno, en festivales hacemos un concierto diferente a los de la presentación en salas, en los que estamos tocando el disco íntegro. Aunque también ocupa una parte importante del repertorio.

-¿Y cómo se engarzan estos últimos discos con el repertorio de los clásicos hits de Los Planetas?

-Es fácil, todas las canciones tienen algo en común y son medio parecidas. Las vamos mezclando intentando meter a toda la gente dentro del concierto y funcionan bien. Hay una curva de intensidad marcada que empieza con las canciones más profundas y termina con las más festivas y bailables.

-Supongo que eres consciente de que hay una parte de los viejos fans del grupo a los que no satisface el giro dado de estos últimos trabajos. ¿Te preocupa perder ese público?

-En 25 años de carrera hemos cambiado mucho. Como habrá cambiado la vida de nuestros fans. Seguro que habrá gente que se haya quedado por el camino. Pero no, nunca he estado pendiente de quien evoluciona con nosotros y quien no. Yo creo que Los Planetas somos un grupo muy fiel a nuestro público. Quien nos escucha sabe que va a encontrar emociones fuertes y sensaciones poderosas. Y si no lo conseguimos, pues lo sentimos.

-Y los puristas del flamenco, ¿qué te dicen?

-Los puristas del flamenco no tienen mucho interés en lo que hacemos nosotros. No consideran que eso sea flamenco. Pero no me preocupa en absoluto. Lo importante es que poco a poco se van a abriendo nuevos espacios en la cultura flamenca para que nuevos artistas se expresen con más libertad y de forma más abierta. Y creo que ahí sí que hemos ejercido cierta influencia.

-¿Y esa teoría tuya de que el rock and roll es un palo del flamenco?

-Te lo explico. La guitarra, con sus seis cuerdas afinadas como la conocemos ahora, se inventó en Andalucía. Y eso tiene una enorme influencia en la música popular de todo el mundo a partir de entonces. El rock and roll es una música popular que nació a partir del mismo instrumento del que siglos años antes había nacido el flamenco. De ahí mi teoría.

-Descubrí hace poco que el primer cantaor del que se tiene referencia se llamaba El Planeta. ¿Eso tiene algo que ver con el nombre del grupo?

-No, nosotros no conocíamos la existencia de El Planeta cuando le pusimos el nombre al grupo. Muchos años después Enrique Morente me dijo que se llamaba así el primer cantaor. Me pareció una coincidencia remarcable y fue una de las cosas que nos dio ánimos para intentar adaptar a nuestro sonido los cantes flamencos antiguos.

-Una de las novedades de «Zona Temporalmente Autónoma» es que tu voz se sitúa con nitidez en un primer plano. ¿Era algo premeditado, es un trabajo de producción o es, como has dicho en alguna ocasión, que ya has aprendido a cantar?

-Pues un poco de todo. Antes la voz estaba más escondida porque reproducíamos el sonido que tenemos en el ensayo, con más presencia de las guitarras y la batería. En este disco están las voces un poco más presentes porque a mí ya me da menos vergüenza expresar las ideas de una forma más explícita. Queríamos que las letras estuvieran más claras y fueran más fáciles de entender.

-Otra novedad de este disco es, precisamente, la inclusión de mensajes de compromiso social y político.

-En Los Planetas siempre ha habido compromiso, lo que ocurre es que antes estaba un poco más encriptado y ahora es un más explícito. Al trabajar para nosotros mismos y no para una compañía ya no le tenemos tanto miedo a la censura.

-¿Habéis padecido censura?

-Sí, la censura es brutal. Y seguimos padeciéndola. Hay muchos tipos de censura. Y mucha gente que no quiere molestar a quienes editan los discos.

-Hoy cuando se habla de censura, inevitablemente surgen las redes sociales. ¿Eres activo en ese terreno?

-Yo no soy activo en las redes porque no son públicas de verdad. Tienen un dueño al que no quiero entregarle mi trabajo, mi vida y mis pensamientos para que se enriquezca con ellos. Antes de la aparición de Internet el poder lanzaba su mensaje a través de los medios de comunicación, pero no tenía forma de controlar el alcance de ese mensaje. Hoy el poder tiene control de lo que hacemos en cada momento porque está registrado qué ves, qué escuchas, qué lees, con quién hablas... De ese control absoluto nace una forma de censura absoluta.

-¿Podría ser viable en nuestra sociedad actual crear una zona temporalmente autónoma como la que plantea Hakim Bey, en la que poder eludir las estructuras formales de control social, o eso es una utopía?

-No creo que sea ninguna utopía. Esas zonas existen. Siempre hay lugares donde es posible permanecer apartado de la vigilancia del poder político o económico. Y es desde esos sitios desde donde se pueden desarrollar los trabajos creativos o las ideas críticas con el sistema. Lo ideal sería que esas zonas fuesen creciendo y se desarrollase una zona autónoma permanente, donde las relaciones fuesen igualitarias y no basadas en ejercer el poder.

-Has dicho que el indie fue la única cultura de resistencia de los noventa. ¿Cuál sería esa cultura hoy?

-En todos los estilos hay formas de resistencia. Decía lo del indie porque ha sido la que ha llegado a más público. A día de hoy parece que el hip hop o el trap son las corrientes más críticas y las que tienen más calado popular.

-Los Planetas cumplen 25 años. ¿Cómo valoráis el haber sobrevivido todo este tiempo?

-Es un milagro. Estar vivo ya es milagro. Y mantener un grupo de rock aquí en España funcionando tanto tiempo casi nadie lo ha conseguido. Estamos muy orgullosos, claro.


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