Stephen King vs Joyce Carol Oates: dos reyes del terror vuelven al escaparate por Halloween
Fugas
¿Qué da más miedo, un Detroit asediado por un asesino de niños o un universo alternativo donde reina la enfermedad y la esclavitud? Sé que responder no es fácil...
29 Oct 2022. Actualizado a las 22:29 h.
Elijas lo que elijas, acertarás, porque las dos alternativas se corresponden con dos novelones de esos que no se sueltan y que estos días se asoman a las librerías de la mano de Joyce Carol Oates y Stephen King. Los dos maestros norteamericanos están empeñados en poner nuestros corazones a prueba y ponernos los pelos de punta. Y lo consiguen. Aunque cada uno emplea para ello unas armas muy diferentes, solo les han hecho falta palabras para convertirse en los reyes indiscutibles de este Halloween.
Joyce Carol Oates irrumpe con su Babysitter en un paraíso típicamente americano de clase alta: una urbanización al norte de Detroit donde las familias modélicas viven una vida de lujo y confort. En teoría. Porque estamos en 1977, y la conocida como ciudad del motor de Estados Unidos se ha convertido en la ciudad de la muerte. Oates se basa en un asesino real de niños que atemorizó a la ciudad en aquella época para construir una historia inquietante y ahondar en el perfil psicológico de una mujer, esposa y madre privilegiada, que lleva, subida a sus stilettos, una vida carente de sentido. Hanna, en el final de la treintena, encarna, con su esposo y sus dos hijos, lo que debería ser un sueño perfecto. Agarrada a su bolso de Prada, pasa el tiempo entre las citas a comer en el club de campo y los actos benéficos mientras su criada filipina Ismelda se ocupa de la casa y de los niños. Pero su tediosa rutina la lleva a buscar un poco de emoción en los brazos de un amante peligroso. Y todo se complica.
No esperes encontrar fantasmas ni seres de ultratumba en esta novela, porque el verdadero monstruo viste de etiqueta y bebe vino caro. No creas que no vas a pasar miedo, es más, te garantizo que algunas de las escenas te pondrán al borde del infarto. Cuidado, porque las del asalto sexual no son aptas para todos los públicos. Pero no todo es acción, la prosa afilada de Oates desnuda a la elitista sociedad americana con su abuso de las armas, la lacerante discriminación de la mujer, el desprecio a las víctimas de violación, la ocultación de la pederastia o el racismo.
Hanna, sus pensamientos profundos, su confusión mental, es el centro de esta historia en la que el asesino que le da título pasa a un segundo plano. Su dependencia y su soledad la señalan como la víctima ideal de ese amante depredador que la acecha sin piedad. Sus decisiones y prejuicios no la convertirán en tu personaje favorito. Incluso te pondrá furioso.
Oates reta nuestra capacidad lectora con un alarde de puntos de vista encontrados, una línea temporal interrumpida y cíclica y algún juego con los nombres de los personajes. Son los pequeños trucos que nos tiende en esta trama algo caótica en la que también hay trato. Y el final.... bueno, me encantaría poder comentar contigo el final. Pero ya te digo que no comerás perdices.
Con final feliz
El que sí nos promete un final feliz es Stephen King. Aunque este Cuento de hadas que nos propone debía haberse titulado cuento de monstruos, porque hadas hay pocas. Aquí el protagonista es Charlie Reade, un joven americano de 17 años deportista y saludable, de esos que tanto le gustan a King, que entra, en compañía de su perra Radar, en un mundo de fantasía que esconde la guarida de un monstruo innombrable, Gogmagog, y que sufre la tiranía de Asesino del Vuelo. Allí conocerá a princesas, guerreros, sirenas y gigantes en una aventura de casi 600 páginas que transcurre en el complejo mundo de Emps en el que King rinde homenaje a esos cuentos clásicos infantiles con los que todos hemos crecido y esas historias de fantasía oscura que pueblan nuestros sueños y pesadillas: desde los hermanos Grimm hasta H.P. Lovecraft, pasando por La historia interminable de Michael Ende o El mago de Oz.
Aunque la fantasía tarda en llegar, porque el primer tercio del libro King lo dedica a contarnos la triste infancia de nuestro joven héroe que pierde a su madre en un accidente y debe crecer cuidando de su padre alcohólico. Un joven bueno, aunque con alguna oscuridad, que traba amistad con Mr. Bowditch, un viejo gruñón y solitario que dará un giro a su vida. Y solo por ese fabuloso primer tercio ya merece la pena leer el libro.
Y aunque la historia es tan simple y clásica como la lucha del bien contra el mal, Stephen King nos deja también algunos puntos de reflexión que nos invitan a buscar un sentido más profundo a la parábola que nos propone: «¿Os parece que Gogmagog da miedo? Nuestro mundo está encima de un arsenal de armas nucleares que puede destruirlo completamente, y si eso no es magia negra, ya me diréis qué es», nos pregunta.
Déjate llevar por el poder arrollador de la narración y abre tu mente a este universo de fantasía para disfrutar de una aventura que no olvidarás. Lee con atención y descubrirás que, como siempre, King ha dejado pistas a sus lectores constantes para que reconozcan los cruces con otras de sus historias previas. Atento a las referencias a La torre oscura o El talismán.
Dos propuestas para que te animes a cruzar al lado oscuro, ese en el que los miedos afloran y el corazón se acelera. Déjate de sustos y calabazas y prepárate para sufrir y, a la vez, gozar.