Isius, el grupo gallego que grabó en Abbey Road: «Hace 20 años haríamos las mismas canciones que hoy»

Fue en el invierno del año pasado, pero «raro es el día que no surja en la conversación y el recuerdo cada vez es más flipante». Lo dice Edu Romero, bajista de los vigueses Isius y se refiere a la aventura de grabar un disco en el estudio dos de Abbey Road, el lugar sagrado en que The Beatles registraron la mayoría de sus trabajos. De aquellos días salió Studio 2, un disco que entusiasmará a todos los amantes del power-pop noventero.

—Cabría esperar un sonido beatle, pero desde el primer tema Studio 2 remite a los noventa de The Posies y Nada Surf.

—La esencia es el power-pop. Es el primer disco nuestro en el que no hay guitarras acústicas. Pero los grupos de power-pop no hubieran existido sin The Beatles, la referencia estará siempre ahí. No buscábamos el sonido suyo, sino la frescura y el grabar como ellos en ese lugar increíble.

—Tan fresco es que se escucha en un abrir y cerrar de ojos. ¿Había alguna norma de no superar los dos minutos por tema?

—El más largo es un 1.50, pero salió así. Era premeditado porque cuando fuimos ya sabíamos lo que íbamos a grabar. Queríamos el trallazo. José (Viqueira, voz y guitarra) es muy fan del pildorazo, esa canción que te vuela la cabeza y acaba rápido. También influyó que teníamos dos días para grabar y eran seis temas. Había que grabar como mínimo tres al día, cuando en el estudio nos decían que el máximo eran dos. Negociamos con ellos diciendo que eran cortitos y que los teníamos muy preparados.

—La nota del disco dice que «adiós a la perfección» y bienvenido un sonido «más crudo, fresco y espontáneo».

—Para estas canciones era absolutamente necesario. Queríamos grabar en directo y, si alguien metía la gamba, quedaba. Pasa, de hecho, en alguna canción de The Beatles. Pero eso también forma parte de la magia. En el disco hay una gamba en el bajo en un tema. Hicimos tres tomas. En dos no había ningún fallo, pero nos gustaba más la energía de la que sí tenía fallo. Y lo dejamos así.

—¿Se sienten como una anomalía en la escena actual con su sonido?

—Nosotros no tenemos ningún tipo de interés en sentirnos de ninguna manera. Hacemos esto porque nos lo pide el cuerpo. Pero sí que creo que en estos últimos años pegaron mucho los ochenta. Veíamos a grupos jóvenes con los sintes y cosas atmosféricas. Ahora noto una especie de nueva ola de chavales jóvenes que tocan y suenan un poco a Nirvana, Breeders y cosas de los noventa. Nosotros no pertenecemos a ningún circuito porque no somos unos chavales de 20 años, sino que el más joven tiene 42. Al margen de modas, si hubiéramos montado el grupo hace 20 años, tendríamos las mismas canciones. Los referentes son los mismos que entonces y no ha habido otros nuevos.

• Vigo Radar Estudios, hoy, 20.30 horas, 11 euros
• A Coruña Mardi Gras, mañana, 22.30 horas,11 euros