Me Fritos and the Gimme Cheetos: una máquina punk de «hits» históricos de Camela, Raphael y C. Tangana

Es la hora. Xuan, David, Nachín y Tiby salen al escenario. «Bienvenidos a la verbena underground», anuncian, antes de empezar con un riff al estilo de Bad Religion, pero que muta rápidamente en una versión punk-rock de Yo quiero bailar. Es el particular ritual de iniciación de los Me Fritos and the Gimme Cheetos, un grupo asturiano que convierte en punk cualquier himno clásico de las verbenas. Lo llaman también «verbena erótico-festiva» o, simplemente, «punkchanga».

«Nos pueden estar escuchando personas de 60 años y la chavalería de 20», afirma, orgulloso, su bajista, Xuan Naveiras. Con el tiempo fueron ajustando su repertorio. Empezó en el 2016, con el Tractor Amarillo, Un velero llamado libertad y Como yo te amo; y se aproximó a los éxitos más recientes con Despacito y Tú me dejaste de querer. Aunque ninguna triunfa tanto como Camela or Die, un popurrí centrado en lo mejor del histórico grupo de tecno-rumba. «Con Camela teníamos dudas. Al final lo lanzamos y la gente estaba entusiasmada. En el Resurrection Fest estaban los heavys y los metaleros dándolo todo», asegura Xuan. El conocido festival de Viveiro es uno de los grandes recuerdos de la banda. Causaron furor y acudieron tres años consecutivos. También pasaron por el Castelo Rock de Muros, el Fenerock y por muchos más concellos. Este viernes lo harán en el Callo Fest de Cervo.

Xuan es maestro de lengua asturiana. «Cuando tocamos en un festival grande, le pongo a los alumnos el vídeos y quedan alucinados», afirma. Seguro que mostró con una sonrisa el vídeo del Viña Rock. «Tocamos a las siete y media de la tarde, en un escenario secundario o incluso terciario. Y lo reventamos, los técnicos del escenario estaban alucinando», añade.

Grandes festivales, más oyentes en las plataformas —sus versiones de Camela acumulan más de un millón de reproducciones—, ¿pero qué le falta a los Fritos? «Nos gustaría entrar en el circuito de fiestas de prau de Asturias. Es nuestra ilusión», asegura Xuan, que anticipa para este 2025 un nuevo repertorio con hits actualizados y canciones infantiles de Los Trotamúsicos, Moana y Los Fruitis.

Xuan destaca la destreza de Tiby, el cantante, para pasar por su factoria del punk cualquier canción del imaginario colectivo. «Con solo escucharla ya se está imaginando la versión», asegura Xuan.

Tiby acaba muchos conciertos en una lancha hinchable, surcando las manos del público. Es el cierre estelar, con los acordes redefinidos de Quiero montarme en tu velero. El escenario termina en ocasiones con pelotazos y bolsas de Cheetos en honor a su nombre. «El origen viene de un grupo estadounidense que hace versiones punk rock de clásicos americanos, Me first and the Gimme Gimmes, y nosotros por la coña de querer hacer algo parecido salió esa chorrada así quedó», resume Nachín, guitarrista de la banda.

Lo del grupo son las versiones. Sus cuatro miembros tienen proyectos musicales aparte y en ellos crean sus canciones. «Nos lo pregunta mucha gente, pero no. Esto no es para temas propios», dice Xuan.